2006/11/22

PRINCIPADO Y HOSTELEROS FIRMAN LA PAZ DEL TABACO

La Nueva España: Principado y hosteleros firman la paz del tabaco.
Y en la entradilla “ Gobierno y empresarios negocian la interpretación de los aspectos más conflictivos de la ley que prohíbe fumar y pactan más ayudas al sector y una política no intensiva de sanciones”.

En el desarrollo de la noticia lo leemos todavía más clarito: “El Gobierno, atenderá las denuncias que formulen los ciudadanos, aunque dio a entender que será selectivo en las actuaciones de oficio de los servicios de inspección, que no se irá a una acción sancionadora intensiva”. Y acuerdan negociar la interpretación de la ley en donde se abordarán los aspectos más confusos, así como los expedientes sancionadores abiertos o que puedan abrirse.

Hace un tiempo su análisis era otro. Pero todos tenemos derecho a cambiar de opinión, y en política más.

El gobierno atenderá las denuncias. Hombre, que menos, lo que no asegura que se vaya a terminar en ninguna parte. Atenderá, es decir, un modesto funcionario pondrá el sello del registro de entrada en el duplicado de la denuncia. Con eso ya queda atendido el ciudadano. Hombre, estrictamente sí.

Será selectivo. Más bien la selección, como algunos premios, quedará desierta. No habrá inspecciones de oficio. Para evitar problemas, sírvanse los inspectores del ramo tomar el café de la mañana, ya que están dentro de jornada, en locales de menos de cien metros, que alguno habrá en las inmediaciones. No osen aparecer en locales mayores, no se vayan a ver en el compromiso de denunciar de oficio para el inglés. Cursarán, porque no tienen más remedio, las denuncias que presenten los ciudadanos, ciudadanos que ingenuamente piensan que para qué van ellos, pobres, a denunciar nada, si ya habrá inspectores que velan por el cumplimiento de la ley. Vana ilusión. Al ciudadano le toca poner la firma y la cara, y a esperar, quiero decir a esperar cómo su papel queda en agua de borrajas.

Negocian la interpretación. Creí que las normas administrativas las interpretaba la Administración o, en última instancia, los tribunales, pero no, aquí las interpreta una comisión. Y la misma comisión abordará los expedientes abiertos o que puedan abrirse, o sea que, como en las comisiones de recursos de los expedientes disciplinarios. Seguramente esa patronal se quejará del intervencionismo sindical en las sanciones a sus trabajadores, pero ven perfecta la colaboración con la Administración en eso otros recursos.

Y, por fin, las ayudas. Bien. Los hosteleros respetuosos con la ley que acometieron obras perdieron un dinerillo por timoratos, por ser respetuosos con la ley, nada nuevo por otra parte.

A partir de ahora, los que se adapten tendrán subvenciones. Las adaptaciones podrán ser como quieran, no serán sancionables, serán interpretables a favor del administrado, etc.

Tendrá que ser así.

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