2007/01/26

LA NEVADA

El Alcalde de mi ciudad es del Partido Liberal. Se rodeó de un equipo brillante, y él mismo es un hombre tan eficaz, que ni él ni los suyos hacen nunca nada mal. Mismamente ahora, en cuanto los de Protección Civil alertaron de la próxima llegada de las nievas y de la bajada de las temperaturas, dio la orden de que se movilizaran todos los recursos municipales para que sus queridos conciudadanos no notaran el temporal. En realidad, solo tuvo que poner en marcha el plan que meses atrás, en cuanto ganó limpiamente las elecciones, diseñó milimétricamente. No podía pasar como con el Alcalde Conservador anterior, que amontonaba de mala manera cuatro brigadas y dos camiones cargados de sal en el Distrito Oeste, mientras que en la zona Este dejaban a un pobre barrendero con una pala tan vieja, que cada cuatro paladas había que calzar el palo. No, a él eso no le pasaría. Fue uno de los lemas de su campaña electoral, muy coreado en los mítines “ante-lasne-vadas, plani-fica-ción, ante-lasne-vadas, plani-fica-ción”.
El Presidente de la Diputación es del Partido Conservador. La Diputación está muy cerca del Ayuntamiento. Parece como si la nieve hubiera caído por manzanas, en esta sí, en esta no.Esta mañana le hicieron una entrevista por la radio, programada desde hacía semanas y que se enmcarcaba dentro de las jornadas sobre la herboristería transgénica ultraoceánica, de las que iba a pronunciar el discurso inaugural. Ya se sabe con qué anticipación se preparan estas cosas. Pues bien, los camiones que traían los estands quedaron bloqueados a la entrada de la ciudad. Dijo al entrevistador que el tráfico en la capital era el caos, que parecía mentira que con cuatro copos que habían caído, ya no pudieran circular los camiones, que si esa era la forma de reactivar el comercio del Alcalde Liberal, en ese orden de palabras lo dijo, que no se sabía si quería decir que el comercio era del alcalde o que lo que era del alcalde era la forma de reactivar el comercio.
Las que estaban perfectamente eran las carreteras gestionadas por la Diputación. A las nueve de la mañana el Presidente organizó una videoconferencia con una representación de los alcaldes de la provincia, o por lo menos con los del Partido Conservador. Todos le confirmaron que no había ninguna novedad en su demarcación. Las palas estaban trabajando, habían aparecido voluntarios, iba todo fenomenal. No habia podido hablar con Lantero, el del partido Liberal, no había entrado la conexión, fallaba alguna vez, pero se debía a que el concurso de “Multitransmisión de imagen y sonido con cámaras fijas”, vamos el equipo de las videoconferencias, lo había adjudicado de forma harto dudosa Almagro, hoy en la oposición, del mismo partido de Lantero, que admitió bajas temerarias y encima se lo dio a un amiguete. Salvando ese detalle, al menos los alcaldes Conservadores tenían la situación controlada.
Cuando ya iban a terminar la video, se incorporó el alcalde de Rañuces, también conservador. Tomo la palabra únicamente para decir que había venido en tren y que aquello era un desastre. Llegó de misericordia, pero tampoco se extrañó mucho porque la línea que utilizaba dependía de la autonomía y su consejero liberal de infraestructuras ya se sabía que era un perfecto inútil. Sí dijo que habían sido perfectamente informados porque la información la había subcontratado él cuando estaba en el equipo de gobierno.
Al día siguiente, cuando leyeron la prensa y vieron los atascos tan monumentales que se habían producido tanto en las carreteras locales como en las de la Diputación, los respectivos gabinetes de prensa mandaron una nota acusando a los medios de haber publicado fotos de nevadas de otros años…
Y así hasta el infinito sin solución.

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