2007/05/19

ABOGADO SIN CLIENTES



Eres, un suponer, un abogado joven con exceso de conocimientos y tiempo libre y déficit de clientes e ingresos. Por deformación de formación tiendes a hacer un análisis jurídico de cualquier noticia y de cualquier hecho de la vida. Eso te ocurre leyendo la portada de La Nueva España del día 17 de mayo.

Lees, por ejemplo, que los trabajadores de San Claudio exigen al Principado que fuerce la negociación. Automáticamente, y por analogía, piensas en la obligación de negociar de buena fe los convenios colectivos, que no implica la necesidad de llegar a acuerdos. Por eso, te parece jurídicamente inexigible que se pueda obligar al Principado a obligar a otros a negociar. Exigir negociar a terceros es un brindis al sol.

Lees que condenaron a 30 años de cárcel al etarra Jon Bienzobas por el asesinato de Tomás y Valiente. Te lamentas de no haber seguido más la vida en vida, valga la redundancia, de este catedrático de Historia del Derecho y discreto Presidente del Tribunal Constitucional. Por desgracia, en reportajes posteriores, oíste muchas veces su voz profunda dentro de un porte serio. En un reciente viaje a Salamanca pudiste comprobar que en el patio de la Universidad grabaron una hermosa frase suya sobre la tolerancia. Pese a que es el autor de un manual de reconocido prestigio y difusión, no fue el elegido por el profesor de la asignatura cuando te tocó estudiarla. Tu catedrático era un devoto de Alianza Popular. Quince años más tarde de haberte licenciado tuviste el ánimo de leer su libro, cuando el renombre, para ti, le vino por haber sido asesinado. Se saca otra sustancia a los libros de texto cuando se leen sin obligación de examinarse, gratis et amore.

Por fin llegas a una noticia que te ilumina la mente y es que un obrero langreano salva la vida tras permanecer una hora sepultado por la fachada de un inmueble en Oviedo. Ya sabías del hecho porque es un conocido de tu familia y te habían dicho por teléfono que Gil había tenido un accidente de trabajo y que estaba muy grave.

Cuando ves la noticia, te fijas en la foto de la portada y ahí ves materia. Como está tan de actualidad la Pantoja revives el vídeo de la agonía de Paquirri, en la que su viuda consiguió que se considerara un atentado a su imagen, porque no hay que exhibir la cara de nadie sufriendo, eso incluso siendo un hombre público, mucho menos si es una persona privada.

Llamas a un cuñado de Gil con el que tienes amistad y le dices que si vio la noticia en el periódico. El cuñado dice que sí, y se explaya en detallar el estado del enfermo porque acaba de verlo en la UVI y justamente es uno de los familiares que hablaron con los médicos. Desvías, como puedes, el asunto a donde te interesa y le comentas que si se fijó en la foto de la portada. También te dice que sí, y que qué cara tenía el pobre y que imagen tan desvalida, entre escombros, descalzo como con un vendaje en el pié. Le dices al cuñado que el periódico se pasó poniendo esa foto, y más en la portada, y que era suficientemente ilustrativa la foto del casco roto y ensangrentado en el suelo. El cuñado, que no sabe de leyes, se queda pensativo cuando le dices que no hay derecho a que todo el mundo lo haya visto así. A continuación añades que últimamente se están sacando indemnizaciones millonarias porque los jueces entienden que publicar fotografías así vulnera el derecho al honor y a la propia imagen. Aunque eres de natural flemático, cargas las tintas e insistes en lo que se pasó el periódico. El cuñado te dice que lo importante es que Gil se recupere y quede bien y con las mismas os despedís deseando que mejore el herido.

Por la noche el cuñado te llama a casa y te dice que estuvo hablando con la mujer sobre lo que le habías dicho y te preguntó que si realmente se podía sacar algo. Notaste un punto de vergüenza en su voz cuando te dijo que si te animabas a llevar el caso, el mismo punto de vergüenza que estabas sintiendo tú.

Ya estabas arrepentido de que la falta de casos, y de ingresos, te hubiera llevado a escarbar en la foto, pero no podías volverte atrás. De hecho, das un paso adelante y al día siguiente por la mañana sales a un kiosco a reservar sendos ejemplares de otros periódicos asturianos en los que pudiendo incluir esa foto no la incluyeron. Los aportarás como prueba en la demanda que ya tienes in mente.

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