2007/05/15

BABLE NES ESQUELES

Lees un reportaje que lleva precisamente ese título y que se refiere a una manifestación que hace unos días tuvo lugar en Oviedo convocada por la Xunta pola Defensa de la Llingua.
Precisamente en una de las pancartas podía leerse “Bable nes esqueles”, lema de éxito por lo visto en los años setenta, aunque tú no te acuerdas.
Nada más leerlo, te preguntaste a bote pronto ¿por qué no bable nes esqueles? ¿quién te lo quita?. Leíste más atentamente el artículo para ver si quería decir lo que tu pensabas o más bien quería dar a entender, como supones, que este gobierno (asturiano, se entiende, o sea, el gobiernín) iba a enterrar el bable, iba a elaborar la esquela del bable.
Crees que eso quería decir, pero, acto seguido, vuelves a la primera idea que se te ocurrió. ¿Alguna norma te impide poner en bable la esquela de tu padre? Claro, te pueden disuadir los otros parientes, que a lo mejor algo tienen que decir.
Meditas sobre los criterios que, según estudiaste en el bachiller, servían para distinguir un idioma de un dialecto. Te acuerdas de muy pocas cosas de entonces pero sí recuerdas que uno de los criterios definidores del idioma era la consideración social que mereciera el habla. Si se utilizaba con orgullo es idioma; si, de alguna manera, el hablante se avergonzaba, era dialecto. Claro, esto es una tautología, en el que lo definido entra en la definición. Según esto es idioma lo que quiero que sea idioma, lo que el pueblo quiere que sea idioma, en definitiva lo que el político quiere que sea idioma. Llegamos a la definición política del idioma por encima de la definición técnica.
No quieres desviarte del hilo central de este comentario, que hay que ir terminando. Las esquelas son algo serio porque ante la muerte caben pocas risas. ¿Utilizarías el bable para una esquela? De momento, no. Hoy por hoy, una esquela en bable produce, como mínimo, una sonrisa. Te encontraste ya con alguna, pero no ves en ella un aviso o una convocatoria para acudir a ningún sitio, sino simplemente una proclama.
Hay que tener en cuenta, además, una regla elemental: si se utiliza el bable hay que hacerlo correctamente. Si murió Antón, tenderás a dictar al de la funeraria: “Antón morrú”, pero deberías saber que “morrú” se emplea para la muerte de los animales, al menos en el bable que aprendiste de pequeño. Para la muerte de las personas, se emplea “murió” como en castellano. La muerte juega aquí una faena al bable, que no le deja utilizar con propiedad la palabra más alejada del castellano para el mismo significado. Y aquí, por si alguien no se fía de ti, acudes a EL BABLE DE LENA, de Jesús Neira, pág. 63. Verbo Morir.
“Murir se aplica a las personas; morrer se emplea para los animales o para las cosas (morrú la cocina, se apagó); si se refiere a una persona tiene carácter despectivo, irrespetuoso”.
Puestos a buscar una salida, la Consejería de Pompas Fúnebres podría subvencionar el coste de les esqueles en bable. A lo mejor, por unas pesetas, metemos el bable nes esqueles ya que no acaba de entrar nes escueles.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En el Habla de Sobrescobio habrá la misma diferenciación?
¿Qué diferencia una lengua viva de una lengua muerta?
¿Habla más gente Latín que Asturiano?

Anónimo dijo...

Tu avisame de como lo quieres... Total... No va a extrañar ponerla en bable, cuando seguramente habra que ponerla tambien en ingles...

(No se por que no puedo escribir tildes, perdon)

Anónimo dijo...

Qué sensatez d'artículu.

Un exerciciu perfeutu de definición del conceptu "diglosia" o "l'asturianu pa lo rural y tradicional y el castellán pa lo fino".

De lo bono, esti idioma -qué desastre de formación científica la qu'impartíen n'aquella dómina, y entá nesta tamién- ta saliendo pasín ente pasu de la situación de marxinalidá social y queda demostrao que se puen facer premios estraordinarios de carrera con ella. Como con cualquier otra.

Sigamos ensin perdela.

Saludos.

pd: desgraciadamente, per "defectu" -como too nesta sociedá- les esqueles van directamente en castellán, nel so estándar prefabricáu. Too al so tiempu.

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Gracies