2007/06/29

¿DE QUÉ SE RÍE?

Lees que el jurado declara a Paolo culpable de asesinato de Elena Hevia. Ilustra la noticia una foto de una prima de la muerta hablando por el móvil y sonriendo o riéndose, no sabes muy bien cómo describirlo, así que cuelgas la foto, y se puede votar por risa o por sonrisa.
Es lógico que esté contenta dentro de la tragedia y que si está contenta sonría y se ría, pero a veces hay gestos que juegan una mala pasada.
Detrás de ella ves a una joven periodista a la que también conoces de vista de otras ruedas de prensa y de haber acudido a presentaciones tediosas. Tienen los gestos cambiados. La periodista está seria, al fin y al cabo está “cubriendo” un acto, y deseará que termine cuanto antes para entregar el material y realizar el montaje correspondiente. Ese gesto aburrido de la periodista te recuerda la pose de poca dignidad de algunos participantes de procesiones religiosas o en cabalgatas, que no se meten en su papel.
La sonrisa de la foto te trae a la menta la terrible frase de Pilar Manjón en el Congreso ¿De qué se reían, señorías?

LA INDEMNIZACIÓN DE LOS SOLDADOS COLOMBIANOS

Hoy, por aquello de realizar un ejercicio práctico de conciliación de la vida laboral y familiar, te pegaste una escapada hasta el taller en donde tenías el coche (mantenimiento correctivo, que queda más fino) y de paso, a recoger la correspondencia que pudiera haber en ese apartado de Correos reservado por tu empresa y que te viene muy bien que siga manteniendo porque aprovechas el viaje para hacer una visita al Fontán, pero esto ya a las dos de la tarde. Así que cayeron la botella de sidra y el pincho de picadillo, que tienen la virtualidad de quitarte la sed pero no el hambre para la ya próxima comida. La tentación no vive arriba sino que anda por allí suelta.
Es jueves, día de mercado y mercadillo y pasas el tiempo mirando simplemente para la gente, pero aprovechas para leer La Voz de Asturias de la casa. Previamente ya habías echado una ojeada por la mañana, en pijama, a la versión de internet, pero ese primer contacto es poco más que una mirada a los titulares. Habías iniciado la lectura de un artículo de Carlos Carnicero “Visado para morir en España”, que dejaste en la tercera línea, en cuanto leíste que los soldados eran unos adolescentes y te dices que basta ya, que ahí dejas a Carnicero, que no es santo de tu devoción. Por parcial.
Pero alrededor de la sidra ya tienes tiempo de leer tranquilamente los artículos de opinión y casi el periódico de cabo a rabo, y te das cuenta de que a partir de la adolescencia, ya estás de acuerdo en todo. Piensas si no tendrán también los artículos de prensa, como la vida de las personas, una inmadurez en sus comienzos.

Visado para morir en España
28/06/2007 CARLOS Carnicero
Tres de los seis soldados fallecidos en el Líbano eran colombianos. Los otros tres eran nacidos españoles. La edad media de los seis soldados muertos no alcanza los 20 años. Adolescentes. Y han muerto en una misión de la ONU encomendada al Ejército español para sostener la paz en el Líbano, por mucho que Rajoy quiera enredar con estos conceptos. La muerte de nuestros soldados profesionales es el precio del crecimiento y la modernización de España. Tenemos un tamaño que nos obliga a responsabilidades internacionales y nuestro nivel de desarrollo nos permitió cancelar el servicio militar obligatorio. Como no hay suficiente número de españoles que quieran ser soldados, hemos permitido que una remesa de inmigrantes se alisten en nuestro Ejército para formar parte de la épica de los que pueden morir por España: una consecuencia posible y previsible del servicio de armas. El 80% de los extranjeros alistados son de origen iberoamericano. Pertenecen a ese lado oscuro de la luna al que se refiere José Saramago para definir la percepción que tienen los españoles del inmenso continente latinoamericano: se sabe que está ahí, pero ni siquiera se le observa, porque vivimos de espaldas a esa realidad, tan próxima como para aceptar a sus hijos en nuestro Ejército. Les ponemos trabas para venir, les exigimos un visado que certifique su capacidad económica y el motivo de su viaje y luego los convertimos en los soldados que defenderán con sus vidas una bandera que no es suya. El servicio de armas les permite acceder a la nacionalidad española. Qué menos se les puede dar que acogida como españoles si sirven para morir por nosotros? Mientras logran sus tres años de antigüedad en el servicio que les permita solicitar la ciudadanía española, acceden a los puestos de mayor riesgo porque los otros les están vedados. Cuándo tendremos la inteligencia de darle la vuelta a la luna de Saramago para apreciar todo lo que allí ahora se esconde?


Dejando atrás a Carnicero (le darás alguna oportunidad más en lo sucesivo, de momento en la prensa, no en la radio) lees algo sobre la polémica de las indemnizaciones, a las que no tienen derecho las familias de los colombianos. Ves que el Ministro de Defensa va a hacer lo posible y lo imposible para que los soldados colombianos (ahora ya sabes que no eran españoles) devenguen la misma indemnización que los nacionales. Piensas si no se arriesgará a una prevaricación, por muy justa que sea. Echas una ojeada a la legislación. Ves que consiste en un Decreto Ley de hace tres años, exactamente el Decreto Ley 8/2004 de 5-11-2004 de indemnización a participantes en operaciones internacionales. Intentas averiguar si ese Decreto Ley, como otros muchos, se transformó en Ley para comprobar si se debatió sobre la diferencia entre españoles y extranjeros, y no lo encuentras. Ves que esa norma se aprobó con efectos retroactivos para que tuvieran derecho a una indemnización los militares muertos en el Yak 42, y aparecen con nombres y apellidos los causantes, por utilizar el lenguaje de los seguros. Encuentras otras normas con nombres y apellidos y se tambalean los conceptos jurídicos clásicos porque una de las características de la ley era la generalidad y lo contrario era un privi-legio, o lo que es lo mismo, una ley privada. Otras teorías jurídicas hacen hincapié en el aspecto formal de la ley, es decir, en que ley es cualquier cosa que apruebe el Parlamento con las formalidades de la ley. Pues vale.

Verás que el ministro Alonso no tendrá que devanarse mucho los sesos para conceder una indemnización a los pobres colombianos porque compruebas que es cierto, y no propaganda, que está finalizando la tramitación en las Cortes de una modificación de ese Decreto Ley que iguala en el trato a españoles y extranjeros. De hecho en la Sesión del 19 de abril lees lo siguiente: “estamos de acuerdo en que militares que no son de nacionalidad española, pero que aportan su esfuerzo y a veces su sacrificio personal hasta las últimas consecuencias en las Fuerzas Armadas españolas, merecen la misma indemnización, el mismo trato que un militar de nacionalidad española y, como estamos todos de acuerdo, vamos a votar por unanimidad como lo hicimos en la Comisión. Por tanto, no hay problema, no hay cuestión”.
Como no les dará tiempo a introducir ya modificaciones o enmiendas, aprobarán un Decreto Ley acto seguido.

2007/06/27

LA MUERTE DE LOS SEIS SOLDADOS EN EL LÍBANO



Seguramente se habrá publicado, pero ahora mismo desconoces si los soldados muertos nacidos en Colombia tenían la doble nacionalidad o si solo eran colombianos (ignorancia supina la tuya, con lo fácil que es documentarse) o si eran ya solo españoles.
Sí te llamó la atención ver a algunas familias con la bandera colombiana, no con la española.
De ninguna manera quieres frivolizar con la muerte de los seis soldados en el Líbano, pero te viene a la mente la cantidad de accidentes de trabajo en donde los que mueren son los extranjeros, porque lo cierto es que son los que trabajan en situaciones de riesgo. De ahí que, por suerte (si es que se puede decir y escribir esto) la proporción de muertos españoles es mínima. La misma tendencia vienes observando en los accidentes de la mar y de la construcción.
En cuanto a nuestra actividad militar en el extranjero, tiendes a pensar con cinismo y malicia que si ahora nos aventuramos en situaciones de riesgo posiblemente sea porque la proporción de soldados nacidos en España es cada vez menor, lo que garantiza una mínima oposición social.
De los funerales, que seguiste por la prensa de internet, te llamó la atención otra cosa. No es que el hábito haga al monje, pero el ministro de Defensa bien podía haberse ataviado de otra forma para la ocasión. Poner una condecoración vestido con camisa blanca de rayas a un féretro cubierto con la bandera española, como mínimo choca.
En cuanto al debate político que se suscitó, como te pareció que el Partido Popular estaba adoptando una posición demagógica, entraste en la web del Congreso por si encontrabas su apoyo al despliegue en el Líbano.
Encontraste otra cosa.

Sesión núm. 29 celebrada el martes, 10 de octubre de 2006

El señor PRESIDENTE: Turno de portavoces. Don Roberto Soravilla tiene la palabra para que hable en nombre del Grupo Parlamentario Popular.

Por seguir en el mismo teatro de operaciones, ya según otras informaciones, porque ya digo que la opacidad nos obliga ir a la prensa, nos hemos enterado de que parece que los vehículos carecen de inhibidores de frecuencia. No sé si eso es verdad o no lo es. En este momento se lo pregunto, pero, en el caso de que lo fuera, a mí me gustaría que nos indicara en qué partida están esos inhibidores, si es que hay que dotarse de ellos, o qué solución tiene la Armada para la seguridad de nuestras tropas ante esa posible, que a veces ya se convierte en probable, detonación de explosivos a distancia en semejantes teatros.

El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA
ARMADA (Zaragoza Soto):

En cuanto a los inhibidores de frecuencia, creo que este no es el foro para tratarlo. Yo le voy a decir que no había un análisis de la amenaza con una frecuencia determinada para que nosotros pudiéramos decir: necesitamos un inhibidor de frecuencia en tal frecuencia para evitar atentados de este tipo. No lo había. Nosotros claro que estamos en un programa de inhibidores de frecuencia, incluso lo tenemos metido en la línea de otros equipos de comunicaciones con un presupuesto de 2,5 millones de euros, plurianual. Nos preocupa y equipamos nuestros vehículos cuando podemos con inhibidores de frecuencia. Pero en el tema de la inhibición de frecuencia hay que tener un análisis de la amenaza muy concreto y tener muy perfilado el tipo de frecuencia que se puede utilizar, que no es el caso ahora mismo.

En otra publicación encontraste esto.

Sesión núm. 32 celebrada el miércoles, 28 de marzo de 2007

(MINISTRO DE DEFENSA JOSÉ ANTONIO ALONSO) También estamos en Líbano, donde hay ejércitos; los ejércitos son estructuras armadas creadas para hacer frente a conflictos de naturaleza violenta, y usted no hace el mismo planteamiento con relación a por qué estamos en Líbano. La naturaleza de la misión queda definida por dos cosas: en primer lugar, porque está legitimada por Naciones Unidas —al contrario de otras—, y, en segundo lugar, porque en la práctica lo que estamos haciendo allí —y yo doy fe de qué es lo que estamos haciendo los españoles— es reconstruir el país y para ello creando seguridad para hacerlo. Es decir, ajustándonos de nuevo a lo que marca y manda la resolución de Naciones Unidas. No es una guerra, es una operación de pacificación, de estabilización, de creación de seguridad y de reconstrucción del país.

--

Te quedaste sin palabras.

2007/06/26

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA SEGÚN QUICO

Hace unos días bajaste de internet el documento Participación Política, Calidad de la Democracia y Presencia Pública de la Iglesia, elaborado por el Departamento de Sociología del Arzobispado de Oviedo. Decir que fue elaborado por un Departamento parece mucho, pero en realidad el Departamento son dos, José Ramón Álvarez Álvarez, Quico, y Parrilla, un colega suyo. Te recuerda a otro compañero, también de esa época, que derivó hacia la Psicología, que cuando inició su ejercicio liberal con una consulta, recibiste en casa unos folletos publicitarios anunciando que en su gabinete los niños serían atendidos por el Departamento de Psicología Infantil: si se trataba de adultos con eyaculación precoz, por el departamento de Sexología y Pareja, cuando sabías que era él solo. La consulta prosperó y con el tiempo aquella publicidad llegó a ser verdad.
Conoces a Quico desde los diez años, cuando ingresasteis en el Seminario de Covadonga y estuvisteis juntos nada menos que ocho años, incluso algún curso fuisteis compañeros de pupitre.
Quico era bastante buen estudiante, bastante buen futbolista y también jugaba bastante bien unos partidos con cromos encima de las camas, cuando se organizaban competiciones con una bola de papel de plata y los futbolistas eran cromos de distintos equipos. Las camas eran campos de fútbol y, fieles a su modelo, las había lisas, las había hundidas por el centro, y también con baches. La cama de Quico era una cama perfecta para jugar a ese fútbol. En fin, que Quico lo hacía todo bastante bien.
De todo este te acordaste este domingo cuando coincidisteis, no en misa, sino alrededor de una sidra en La Torre, un restaurante situado en su parroquia. Le prometiste que ibas a leer su trabajo. Hoy lo acabas de hacer.
Te parece un trabajo tan demoledor como anunciaron los medios de comunicación. Formalmente empieza con una introducción, pero, fiel a la palabra, entra inmediatamente en materia y relaciona directamente el caso de Juan Chaos, sin citarlo por su nombre, con la crispación, “sin que a ello sea ajena la propia institución eclesial”.
A partir de ahí da un repaso contundente a la partito-cracia, que no se identifica necesariamente con demo-cracia, a la falta de democracia interna de los partidos, a la corrupción, en especial, en el ámbito municipal; al electoralismo, a los lobbies, a los medios de comunicación, incluidos los de la Iglesia.
Cuando lo terminas de leer, te preguntas ¿y ahora qué? como si echaras en falta una receta, o al menos, alguna directriz, algún criterio. Nada. Es entonces cuando te das cuenta que el informe es del Departamento de Sociología, que es como una cámara de fotos o de vídeo, que describe pero no prescribe. Describe hechos y situaciones, pero no prescribe cómo hay que actuar.
“¿Qué hacer?”. Ah, eso ya es otra ciencia. No en vano Lenin escribió una obra con ese título.

2007/06/25

OREJONES

No tienes tanto interés y tanto tiempo como para acudir a la Audiencia y te conformas con seguir por la prensa el juicio que se está celebrando por el homicidio (de momento, llamémoslo técnicamente así, ya se verá si es un asesinato) de Elena Hevia, joven de 24 años asesinada (¿por qué saltas ahora del lenguaje jurídico al común?) en Oviedo hace dos veranos. Siempre que pasas por el número tres de la calle Alonso Quintanilla te acuerdas de su muerte. Conoces de vista a los padres, sobre todo al padre, al que veías cuando ibas a trabajar, antes de que se jubilara, apoyado con su bata blanca en las barandillas del ambulatorio de La Lila, y lo encuentras de vez en cuando paseando con su mujer porque viven cerca de la catedral, y te viene a la mente que tú también tienes una hija única de edad muy parecida a la suya.
Comentando en familia esta tarde la noticia le preguntaste a tu hija si tenía algún ex-novio y te dijo que no. Menos mal.
Lees ahora en la prensa que el único acusado, el canario Paolo Eduardo, fue un niño lleno de complejos, que en la escuela lo llamaban Dumbo por sus grandes orejas. Miras para su foto actual y no te parece que destaque hoy precisamente por eso.
Te vienen a la mente vecinos del pueblo y compañeros del colegio que también destacaban por sus grandes orejas. De hecho era habitual entonces llamar Pirri a alguno, porque el ahora marido de Sonia Bruno estaba dotado de unos buenos pabellones auditivos, claro que Pirri era un gran jugador y entonces el insultado podía pensar que no era por las orejas sino por el regate, sobre todo, si se manejaba bien con la pelota. Tenías otros compañeros en el colegio a los que tomabais bastante el pelo a cuenta de sus orejas, y piensas en uno en especial. Estos días tuviste ocasión de revisar unas fotos antiguas en las que están estos orejones y, efectivamente, sí que destacaban. El caso es que si los ves en la actualidad, y los ves, ya no te parece que tengan las orejas tan grandes. Pasa muy a menudo. Ocurre también con las narices. Piensas si esta gente pudo tener algún complejo, y supones que sí, porque te acuerdas de los kilos de más que tú tenías en el cuerpo, claro que los kilos eran fácilmente solucionables comiendo menos y haciendo ejercicio, y para las orejas entonces no se hablaba de cirugía estética.
No sabes por qué unos desarrollan complejos y otros no. Y conoces el caso admirable de un compañero que, por haber sufrido de pequeño la polio, tenía una pierna más corta, y sin embargo, jugaba de portero y no escondía su pierna en un chándal, sino que jugaba con los mismos pantalones de deporte que los demás, y eso que tenía una buena disculpa por su posición en el campo. Si a esto unes que encima era un poco bizco (¿por qué dirás un poco, cuando era muy?), el caso era de maravillar, porque era buen portero.
De todos modos te parece que entre tener las orejas grandes y generar un complejo que lleve a matar, va un abismo y no encuentras el paso lógico que haga cruzar ese puente. Déjate de pamplinas, vete a lo sencillo y concluye que es un caso de celos sin más matices: o para mí o para nadie.
En fin, el abogado algo tiene que decir. Si consigue rebajar algún grado la pena, será un orgullo para él, lo podrá alegar en su currículum y le servirá para asegurar una clientela: los próximos asesinos de la provincia, pero la sociedad tendrá poco que agradecerle. Tú lo hiciste antes alguna vez y ganaste algún caso por la presunción de inocencia aunque siempre tuviste claro, en conciencia, que aquello no había por donde cogerlo.
Te consuelas pensando y deseando que los casos que pudiste haber defendido, por poco más que el orgullo de ganar, no habrán ocasionado ningún mal irreversible a ninguna víctima.
No obstante, decisiones injustas y a sabiendas de que lo son, las estás tomando todos los días y le echas la culpa al sistema. Te consuelas con el triste ejemplo de que si dejas de pedalear te caes de la bicicleta.

2007/06/23

DUDAS







CINCUENTA AÑOS

Hoy vas a dejar la segunda persona. Otro día, si te acuerdas, explicarás por qué te da por expresarte así (dejas apuntado a Unamuno e intrigado al que te pueda leer) y pasas a la primera, porque es un día especial.
Hoy, 23 de junio de 2007, cumplo o cumplí 50 años, cincuenta, por si algún duende informático convierte ese cinco en un código ASCII (suponiendo que se escriba así), medio siglo, que es estadísticamente dos terceras partes de la vida de un varón español, según las tablas actuariales de las compañías de seguros, que son las que disponen de los datos más fiables, porque hablan de dinero, de su dinero.
Digo “cumplo o cumplí” porque (hasta el día del cumpleaños tengo que mirar la norma) leo en el artículo 315 del Código Civil que la mayoría de edad empieza a los 18 años cumplidos (lo pone con cifras, y los paréntesis son otra manía, por aclarar, por matizar, por perderse), y añade “Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del nacimiento”. Y aquí entra la primera duda ¿el día completo se cuenta solo para la mayoría de edad y no a otros efectos o más bien, por analogía, sirve para todo, dado que la mayoría de edad es la barrera jurídico/temporal más trascendente de las personas? Dicen los viejos que la edad no se cumple hasta la hora exacta del nacimiento. Como no vamos a hablar de Derecho, ahí queda apuntada la cosa, haciendo honor a Buridán, una duda más.
Como nací a las once de la mañana y ahora son las dos de la madrugada, por eso digo y escribo que no sé si cumplo o cumplí.
La primera persona que me felicitó, un minuto después de las doce fue mi hija a través de un SMS, cariñosamente replicado en spanglish sobre las prioridades del amor, a cuento de que está por ahí con su boy. Lleva una semana felicitándome mi madre cada vez que hablamos. Es una buena noticia para una madre que un hijo llegue a los cincuenta. Vía blog recibo una cariñosa felicitación de Oscar Vytautas el Grande. Ayer me felicitó su padre por correo electrónico. Curiosas felicitaciones: SMS, teléfono, blog, mail.
Hace una semana mi hermana ya me entregó el regalo de cumpleaños, un álbum Hoffman con las fotos de toda una vida. El álbum lleva por título “Árbol genealógico”, no en vano me dio fuerte con el dichoso árbol.
Previamente, un día como hoy tengo que acordarme con tristeza de mi padre, que ya murió, y de mi madre. Mi padre nació el 30 de mayo de 1930. En consecuencia, cumplió los cincuenta el 30 de mayo de 1980. ¿Qué habremos hecho ese día? No recuerdo nada especial. Por esas fechas yo estaría trabajando en la estación de Lugo de Llanera y apurado con los exámenes finales de segundo de Derecho. Intento hacer memoria y acudo a un viejo anuario. Ese día las autoridades de Nuevas Hébridas solicitan de los gobiernos francés y británico ayuda militar para sofocar una insurrección iniciada hace siete días. No tengo ni idea en qué acabo esto. Otra noticia: En Costa Rica se anuncia la constitución del Frente Democrático contra la Represión en Guatemala. Tampoco sé qué fue de Costa Rica ni de Guatemala. Otra más: Finaliza la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE mantienen para tratar las aportaciones de los Nueve al presupuesto comunitario. Esta noticia no me dice nada nuevo, lo mismo pasaría cuando fueron doce, catorce o dieciocho y pasará toda la vida. Otra noticia: El 96% del electorado marroquí aprueba en referéndum una modificación de la Constitución por la que se prorroga la actual legislatura de cuatro a seis años. Nada. La última: El Parlamente portugués aprueba los estatutos de autonomía de Azores y Madeira. Esta noticia me acerca un poco a España pero, en resumen ninguna de ellas es capaz de hacerme recordar nada especial, seguramente ni a mi ni a nadie.
Vamos al cincuentenario de mi madre, que fue el 22 de enero de 1982. Posiblemente estaría en la estación de la Cantera de Lugones y preparando algún examen de cuarto de Derecho, curso que se me dio realmente mal. Faltaba mucho para la boda, pero la fecha ya estaría definida y, en fin, tampoco le voy a echar la culpa. Este día el Parlamento de Estrasburgo rompe sus relaciones con Turquía, al haberse descubierto el asesinato de varios presos políticos en sus cárceles dos años antes. No voy a hacer ningún comentario fácil, porque no tengo ni idea de cómo está hoy el asunto. Voy a otra noticia: un Juzgado de Barcelona archiva el caso de la muerte de Gustavo Muñoz, ocurrida por un disparo intimidatorio de un policía nacional con motivo de la Diada de 1978. Nada, ningún recuerdo. Otra Noticia: el gobierno argentino de Leopoldo Galtieri (ya no me acordaba de este nombre) denuncia un tratado chileno-argentino sobre el canal de Beagle. Nada nuevo: disputas fronterizas que hay en todos los sitios. Otra: Muere el expresidente Chileno Frei. Este sí me suena porque era el anterior a Allende, pero nada recuerdo de su muerte. Última noticia: Juran en Santiago los consejeros (no dice conselleiros) del primer gobierno autónomo gallego presidido por Fernández Albor (le veo el bigotín), y ahí están Juan Corral (ni idea) Ángel Carreño (ni idea), Romay Beccaria (que sería ministro de Sanidad con Aznar), Filgueira (ni idea) y Carlos Otero. En definitiva ninguna de estas noticias te dice nada.
En consecuencia, supongo que no hubo ninguna celebración familiar. ¡Qué pena!
Vuelvo al álbum, que resume una familia y una vida, y en la que, por cierto, no aparezco trabajando en ninguna foto, lo que es una injusticia.
Una de las primeras fotos corresponde a una presentación en Pola de Lena de un libro sobre el concejo de Lena, del que estoy orgulloso de haber sido el autor de las páginas de Naveo, el pueblo de mi madre, escrito en el bable que se habla en la zona, o una aproximación.
A continuación las fotos de la boda de mis padres, mi madre de luto por habérsele muerto un hermano dos años antes. Debajo la familia de mi madre, incluidos mis tres primos carnales por esa rama, todos muertos.
En la siguiente foto está la familia de mi padre, encabezada por mi abuelo Simón, muerto en el accidente ferroviario de Torre del Bierzo en 1944. También está mi abuela Daría, de la que tengo un muy vago recuerdo ya que murió cuando yo tenía cuatro años. Y están todos mis tíos y primos por esa rama
Fotos de mi padre de joven, y también de mi madre.
Mi bautizo, y mi madre seguía de luto.
Voy creciendo, fotos en Fierros y en la playa de Gijón. Con mi padrino, tío Luis.
Mis tías Domi y Chata en las eras de Trobajo, la boda de mi tío Luis y su madre, mi abuela, de pañoleta; el bautizo de Mari la de Luchi, mi primera comunión, otras primeras comuniones de Fierros, y niños del pueblo.
Fotos del Seminario y de los Seminaristas.
Primeras comuniones y bodas de la familia.
Con la pandilla de Pola, de cuando marchamos de Fierros.
La mili. Cáceres, Valladolid.
Los amigos de León: ahí están Santos, Camino, Julio, Manolo, Maite, Pili, Félix, Mari Mar, Camino Morla, Nemesio, Evaristo, Amparo, Pepe, Eva, Gloria. La acampada de La Flor en Pola, en la que hubo un destape fugaz, no recogido por las cámaras. La obra de Teatro sabiamente dirigida por Toño Pinto, que no sale en la foto porque estaría en la trastienda. El poema de Bertold Brecht que me tocó recitar.
Mi boda. Nuestra boda.
El nacimiento de Carmen. El bautizo. Creciendo.
Disfraces de Carnaval, una excepción.
La Facultad de Derecho. La orla. Aquí me dediqué a estudiar y lamento no haber tomado más vinos y haber hecho más ambiente. No hubo tiempo para todo.
Primera comunión de Carmen.
Fiestas de Carmen.
Nuevamente mis primos muertos, los hijos de mi tío Luis. Una de cáncer, otra de accidente de coche, otro al cruzar un río muy crecido por recuperar una cuerda de espeleología. Un recuerdo para otros muertos: Jose el de Madrid, muerto a los 34 años de un derrame; María Jesús la de Ávila, a los dieciocho de un accidente de coche; Jose el nieto de Félix del de Gijón, que apareció muerto en la cama;
Fiestas y comidas con los suegros.
La familia de mi padre, la boda de Cristina, la de Suso en Castejón, ocasión de feliz reencuentro después de muchos años con la familia paterna, tan lejos de aquí, en la hoy disputada Navarra. Los hijos y nietos de Domi, una recua difícil de contabilizar si no es con el esquema del árbol delante.
La comida en Siete Iglesias en casa de Camino. Ahí están Mari Mar y José Antonio, Amparo y Carlos, y Evaristo, que no estuvieron en Lalín la semana pasada.
Los compañeros militares de Renfe que estuvimos en León en distintos encuentros anuales.
La kedada de seminaristas de 2006 y 2007 de la que fue promotor, después de más de treinta años sin vernos en muchos casos. Una alegría.
La Balesquida y San Mateo, fiestas locales de Oviedo, con bollu en el Campo San Francisco y Carmen de asturiana. La mi amiga Alicina vendiendo miel. Con Carmen y Pedro.
Con José Alfonso en el Fontán, yo echando sidra, raro.
El viaje a Inglaterra a ver a la Erasmus Carmen. Su Chris.
El coro de padres.
Muertos: la tumba de mi abuela Rosario, la placa dedicada a mi primo Luis Miguel en Vega Cervera, ahogado allí; la estatua del Cristo del Naranco, en Oviedo, en donde echamos las cenizas de mi padre ¿dónde estarán?
Cincuenta años. Una vida.
Luis, Luis Simón, Simón, Albalá, Luchi, Sipi. Todos esos soy o fui yo.

2007/06/20

TÚ TAMBIÉN TUVISTE UN SUEÑO

Treinta años después recuerdas que, como Martín Luther King, tú también tuviste un sueño aquella noche. No era una noche cualquiera. Era la noche del 15 de junio de 1977 y acababas de votar en las primeras elecciones generales de la democracia. Utilizaste el día de reflexión para reordenar viejos papeles, viejos apuntes. Encontraste en una gastada carpeta de cartón azul y gomas blancas un libro de Erich Fromm “El arte de amar” y unos folios en latín y en español de una obra de Cicerón “De amicitia” (De la amistad) sobre la que tuviste que hacer algún trabajo en el bachillerato. No se había inventado todavía el Termomix pero en aquella carpeta habías intentado una aleación de amor. Como los clásicos lo son por algo, te entretuviste leyendo a Cicerón.
“Pero cierta cuestión un poco difícil nace en este lugar, si alguna vez los amigos nuevos, dignos de amistad, deben anteponerse a los antiguos, como solemos anteponer a los caballos algo viejos los jóvenes. ¡Duda indigna de un hombre! Pues no debe haber hartura de las amistades como de otras cosas; la más vieja, como aquellos vinos que tienen vejez, debe ser la más agradable; y es verdadero aquello que se dice, que deben ser comidos a la vez muchos modios de sal para que se haya cumplido con el deber de la amistad”.
Esa noche de reflexión soñaste con los viejos amigos que habías tenido en Asturias y con los nuevos amigos que ya tenías en León. No fue un sueño del todo feliz porque soñaste que esos nuevos amigos alguna vez podían pasar a ser antiguos.
Al leer este párrafo te prometiste tener a “De amicitia” como libro de cabecera, pero no lo cumpliste:
Pero si algún cambio de costumbres o de aficiones hubiera de hacerse, como suele suceder, o si mediara disensión en los partidos de la república (pues hablo ya, como poco antes dije, no de las amistades de los sabios, sino de las comunes), habrá que precaverse no sea que no sólo parezcan dejadas las amistades, sino también tomadas lasenemistades. Pues nada hay más vergonzoso que hacer la guerra con aquel con el que has vivido familiarmente. Escipión, como sabéis, se había apartado por mí de la amistad de Q. Pompeyo; pero, a causa de la disensión que había en la república, se alejó de Metelo, nuestro colega; hizo una y otra cosa con gravedad, con autoridad y con un disgusto de espíritu no estridente. Por lo cual, primero, debe darse trabajo para que no se hagan separaciones algunas de amigos; pero si algo de tal clase sucediera, para que las amistades parezcan más bien extinguidas que sofocadas. Pero hay que precaverse no sea que las amistades se conviertan incluso en graves enemistades; de estas nacen las disputas, las injurias, los ultrajes. Sin embargo, si estos son tolerables, deben soportarse, y este honor debe ser atribuido a una antigua amistad, que esté en culpa aquel que haga la injuria, no aquel que la soporta.
Nuevamente acudió el Thermomix a tus sueños y sonreíste plácidamente mientras soñabas que treinta años después España tendría un régimen democrático, y también soñaste que treinta años después aquellos amigos de León seguirían siendo amigos aunque estuvierais cada uno en una parte del mundo. Soñaste que alguna vez regresarías a Ítaca, y en llegando, estarías ya pensando en un nuevo reencuentro.
Soñaste que volvíais a un bosque de castaños y que, aunque lloviera, no os importaba mojaros. Soñaste que os subíais a una mesa de piedra de más de treinta metros y que allí mismo cantabais el himno de Breogán. Soñaste que, por fin, podías ver en Agolada el mercado de piedra más grande del mundo.
Soñaste que treinta años después os justaríais para ver las fotos que acababais de hacer en la excursión a Puebla de Sanabria o a La Flor mientras discutíais cómo evitar que la costa gallega se llenara de cemento, o mientras apagabais los incendios, o revolucionabais el viejo sistema electoral, o terminabais democráticamente o como sea con el terrorismo.
Soñaste que discutíais sobre el gasto en teléfonos móviles, que tardarían todavía en inventarse, pero tú ya los habías imaginado.
Soñaste que treinta años después, alrededor de una empanada gallega y un arroz con leche requemado al estilo asturiano, se mantenía la vieja amistad, y que aunque hubiera, ley de vida, otros nuevos amigos, aquello duraría mientras permaneciera vivo uno solo de vosotros.
Parodiando el cuento más breve de la historia, de Monterroso, “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, puedes decir que cuando despertaste en Lalín, un 16 de junio de 2007, la amistad todavía estaba allí.
El Thermomix, ahora ya el de verdad, y los desvelos de Pepe y Ángela, consiguieron una aleación de nutrientes y almas, sueños y realidades y contradijeron el chascarrillo de que no se sabe si los gallegos suben o bajan porque pudiste ser testigo de que subieron y bajaron las escaleras un montón de veces.
Decía otro amigo de Pepe que para qué quería una casa grande si nadie lo iba a visitar. Te recuerda nuevamente a Cicerón:
Así pues, es verdadero aquello que, acostumbrado a decir, según creo, por Arquitas de Tarento, oí a nuestros ancianos recordarlo como oído de otros ancianos: "si alguien
hubiese subido al cielo y hubiese contemplado la naturaleza del mundo y la hermosura de los astros, aquella admiración sería para él desagradable; esta habría sido para él
agradabilísima, si hubiera tenido a alguien al que contarlo."

La noche siguiente volviste a tener un sueño: que no tardabas en volver y que esa vez estaban los ausentes.


















2007/06/18

SALSA ETA (Por Manuel Vicent)

Cuando oigo en la radio la palabra ETA cambio de dial y si en la otra emisora hablan también de ETA, cosa probable, apago automáticamente el aparato con un reflejo condicionado. Considero repugnante que el problema del terrorismo esté manoseado públicamente por unos indocumentados, que se permiten el lujo de opinar a bote pronto, con un desparpajo idiota, casi siempre visceral, de un asunto tan grave. Las tertulias de la radio y de la televisión se han convertido en la mayoría de los casos en un chapoteo frívolo donde unos profesionales de la saliva gratuita le dan un repaso rápido e improvisado a cualquier problema del universo. Saltan de los agujeros negros de las galaxias al amante de un político, de los muertos en carretera a la pastoral de un obispo, de la caída de la Bolsa a la operación de colon de una cantante famosa, llevando cualquier solución adelante como arrastran la bola los escarabajos peloteros. Se trata de una forma como otra de ganarse la vida, pero meter el terrorismo en la algarabía de las tertulias es como estar en un quirófano con el paciente abierto en canal al que unos cirujanos tratan de realizar una operación quirúrgica problemática, sin pronóstico claro, y en el quirófano entraran y salieran a su antojo celadores, enfermeras, amigos y parientes, el conductor de la ambulancia, un primo llegado del pueblo que es veterinario, el camarero de la cafetería, el cura de la extremaunción y cada uno diera su opinión del enfermo e incluso tratara de meter mano en el mondongo. Nada hay más ridículo que hablar en público de lo que uno no sabe subrayando el comentario inconsistente con el cabreo personal. A la salsa rosa hay que añadir ahora la salsa ETA, ese tomate. Precisamente por tratarse de un asunto muy grave y complicado hay que dejar el problema del terrorismo en manos de profesionales solventes y discretos. A ellos corresponde dialogar con ETA o no dialogar, detener a los terroristas, juzgarlos, apretar los dientes si se produce un atentado y continuar con el trabajo en silencio. Después de todo, vistas en perspectiva, ETA y Batasuna rompen el principio de Arquímedes: desplazan mucho más de lo que pesan, debido a que están día y noche en boca de políticos y de periodistas, que las han convertido en mercancía informativa, en un gancho electoral o en una forma de picar carne para albóndigas. Semejante tabarra llega a romper los nervios de cualquiera, pero ya somos muchos los que al oír el nombre de ETA apagamos la radio y a otra cosa.

2007/06/14

EL RECONOCIMIENTO MÉDICO

Estos días te caduca el carné de conducir. Tráfico te mandó una carta a casa hace más de un mes con unas instrucciones muy claras sobre los requisitos para la renovación. Incluso te enviaba una especie de permiso provisional.
También hace unos meses el mismo centro en el que hiciste el reconocimiento médico para la renovación anterior, te recordó que seguían existiendo.
En casa, en el cuarto de los libros, entre tú y tu hija tenéis un batiburrillo de padre y muy señor mío y no encuentras el papel que te mandó este centro de reconocimiento porque puede estar ahí o metido dentro de un libro o de unos folios o en la mesita de noche o en los cajones de la cocina con el metro, las tiritas, las tijeras del pescado y de todo, cuerdas, gomas, o puede estar en un cajón de la salita entre las guías telefónicas, bolsas en buen estado de Media Mark o de Zara, posavasos, folletos publicitarios ya caducados o velas de algún lejano cumpleaños. A saber.
Total, que como no recuerdas lo que te pedían, te acercaste ayer por la tarde hasta el centro para ver qué se necesitaba: tres fotografías y los carnets de identidad y de conducir. Dices que te interesa ir al día siguiente por la mañana y que a qué hora puedes ir y te dicen que a cualquier hora.
Te pegas una escapada pasadas las doce hasta la mitad de la calle Uría, a cinco minutos de tu oficina, llegas, entregas las fotos, firmas un papel y a los tres minutos ya te están tomando la tensión. Sales y al momento tienes que hacer de Fernando Alonso conduciendo un coche con cada mano y procurando en vano que no se te salga nunca de la calzada. Antes de llegar a la meta te dicen que vale ya, y en unos instantes te están probando la agudeza visual. Dudaste al final entre una A y una R mayúscula.
Pagaste cincuenta y dos euros y antes de que hubiera pasado media hora te dieron ya un carnet provisional válido para unos meses. Y que no te preocupes de nada que ya Tráfico te lo mandará a casa. ¿Y no hay que ir a Tráfico? No hay que ir.
Cuando vas al médico de la Seguridad Social o cuando tienes ido al Hospital nunca te cobraron nada, pero ¿cuántas horas tienes echado allí? ¿que no son cosas comparables? De acuerdo, pero el pensamiento va por libre y tú asocias y comparas.
Acto seguido, y aunque solo sea porque trabajas en una empresa clasificada jurídicamente como entidad pública empresarial, de regreso a la oficina, buscas argumentos a favor de lo público. Te cuesta encontrarlos mientras caminas porque, además, vienes dando vueltas a la conversación del café de media mañana (que podías haber perdonado, dado que ibas a pegarte una escapada) en donde salió la cuestión de la diferencia de criterios e intereses entre una empresa ferroviaria privada, que intenta que los trenes lleguen rápidamente a destino, y una pública, preocupada también por lo mismo, pero casi al mismo nivel por cuadrar actas, datos y estadísticas.
Cuando llegas a tu mesa encuentras una nota: que llamaron para preguntar si estabas seguro de que un índice determinado que pasaste por correo electrónico era un 6,95 y si más bien no sería un 6,59.
Te consuelas pensando que a lo mejor en la clínica de donde acabas de venir alguien en la trastienda está ya metiendo tus datos en alguna base, y en algún sitio saldrá cocinada una estadística sobre los que fueron de vaqueros o con falda pantalón, o una media ponderada sobre el color del pelo.

2007/06/13

RUEDA DE PRENSA DE HEVIA, GAITERO

Hoy por ti, mañana por mí, acudes a la presentación del concierto que el gaitero José Ángel Hevia va a celebrar en la nueva estación de Llamaquique en Oviedo el viernes día 15.
Decía Adam Smith, el padre del capitalismo, que el egoísmo de los individuos hacía avanzar a las naciones porque la suma de los intereses individuales era beneficiosa para el conjunto (añades tú: siempre que no se maten en la lucha).
Te parece que puede ocurrir lo mismo en un partido, en un sindicato, en un pueblo, y en el seno de una empresa, en donde cada uno va a lo suyo.
Por ese efecto mimético te sumas al conglomerado de la rueda de prensa porque oíste que estaba de moda sumar. No deja de ser una adaptación del viejo aforismo del Derecho Romano que resumía la esencia de la compraventa en el “do ut des”, doy para que des.
Mientras llega y no el gaitero, paseas por la sala del hotel que unos operarios preparan contra reloj pero con profesionalidad (¿qué pensarían que era la información antes de conocerla por dentro?) para que cuando se enciendan los focos y comience el acto, todo esté a punto.
Escudriñando, tuviste oportunidad de comprobar que en el decorado del fondo, oculto por el panel diseñado al efecto, había unos lomos de libros, que abriste…y resultaron ser hojas en blanco perfectamente encuadernadas, que mejor uso harían si alguien discretamente se las agenciara para utilizarlas como soporte de su diario. Supones, sin embargo, que en la foto y en la imagen filmada darán perfectamente el tono frío y equilibrado de los libros de hotel. Viste también en las estanterías piezas metálicas huecas, que tenían algo de tubos y algo de cuernos. Una pena que de lo que más te acuerdes sea de unas hojas en blanco y unas figuras huecas.
Llega Hevia y comienza el acto.








Perfecto.

2007/06/12

ERNESTO RINDE UN HOMENAJE A SU MADRE

El domingo por la tarde tu amigo Julio te pasa un SMS Mira lne pag 52

No te había dado tiempo a enterarte por ti mismo porque por la mañana le diste preferencia a una botella de sidra mientras leías “La Voz de Asturias” en un bar de Lugo de Llanera. A la hora a la que habitualmente estarías leyendo “La Nueva España” estabas entretenido interpretando unas escrituras familiares mientras veías de reojo a Nadal batirse contra Federer. Como ahora triunfa el inglés, todos dicen Róyer Féderer, cuando, si es suizo, te parece que debería ser algo así como Goyé Fedegué, pero pronunciemos todos al estilo de la lengua del imperio.
Quedamos que tu amigo Ernesto, qué buena persona, era noticia en el periódico por haber llevado a los tribunales la muerte de su madre, fallecida en el hospital tras suministrarle heparina, contraindicada para su caso concreto.
Ya hace varios años que Ernesto te consultó el caso, una tarde que os encontrasteis frente al portal. Le recomendaste entonces el nombre de un Abogado y profesor de Derecho, Luis González Morán, que también es cura, al que conoces porque, en un curso de práctica jurídica al que te apuntaste, fue el encargado de disertar sobre responsabilidades médicas. Desde entonces, es el abogado que sugieres cuando alguien te pregunta por casos así.
Cuando esporádicamente veías a Ernesto por la calle siempre te interesabas por la marcha de la demanda. Se lo estuvo pensando un buen tiempo. Ante un caso de estos, lo habitual es acudir a la vía penal, que cuenta con la ventaja de que el Juzgado tiende a buscar las pruebas de oficio y a impulsar la investigación, con lo que se evitan algunos gastos. Consigues así unas pruebas, que podrás utilizar posteriormente en otro pleito civil o contencioso-administrativo si en este juicio penal el acusado sale absuelto. El problema es que en vía penal hay que acusar a alguien. Aunque no sepas el nombre y apellidos de ese alguien, el Juzgado lo determinará, y acusador y acusado se tendrán que ver las caras. La vía penal tiene una desventaja para el acusador: el acusado tiene presunción de inocencia.
Para un médico es duro acusar a otro médico, que tendrá que ser alguien concreto. Si demandas al Hospital o a la Administración sanitaria, la otra parte será simplemente un ente, en este caso, un equipo que aprobó unas pautas médicas.
Gane o pierda en los tribunales, con este paso adelante Ernesto rindió un homenaje público a su madre y esto es lo más importante.

2007/06/10

ÍTACA, de Kavafis

Ítaca.
Konstantino Kavafis (1863-1933)

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A lestrigones ni a cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes,
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya que significan las Itacas.


(Traducción de José María Álvarez)
---
Consuélate.
Te habrá parecido una calamidad entonces, pero tienes que dar gracias a Dios de haber suspendido Filosofía del Derecho en el último año de carrera. Gracias a eso pudiste estudiarla otro año más y más a fondo, incluso saboreando algunos conceptos, y tuviste oportunidad de demostrarte a ti mismo y a otros que una carrera con la fama de empollar que tiene la de Derecho, si entiendes los conceptos, el ejercicio de memorización no es más duro que en otras disciplinas.
Aprendiste entonces que entre las numerosas corrientes de la aplicación del Derecho había una muy notoria, que era el uso alternativo del Derecho. Mucho te llamó la atención un librito que tuviste que leer entonces, un libro de bolsillo, y el grosor sería menos de un meñique. No se te olvidará jamás un ejemplo que leíste en él: en un accidente de tráfico murieron el hijo de un gran empresario y el de un albañil. La indemnización concedida a la familia del empresario fue enormemente superior a la concedida a la familia de menestral porque estadísticamente las posibilidades de generar riqueza del niño rico eran muy superiores a los del hijo del proletario.
En ese contexto estudiaste que la teoría marxista defendía un uso alternativo del derecho, es decir, que las normas podían interpretarse para subvertir el orden establecido y no para mantener el statu quo.
También existe un uso alternativo de los correos electrónicos. Un amigo, desde hace más de un año te pasa todos los viernes a ti y a un grupo de amigos de adolescencia/juventud unas llamadas lecturas de fin de semana, que unas veces consisten propiamente en artículos o ensayos y en otras ocasiones pueden ser simplemente unos dibujos. Durante unos días el ciberespacio se llena de idas y venidas con ideas, debates y reflexiones.
Coincide que, después de algún tiempo y algún intento fallido, la semana próxima os vais a ver en Galicia. Este amigo variopinto pone como lectura/deberes de este fin de semana el poema ITACA de Kavafis. No podía haber otro poema más apropiado para el caso. Además, se nota que le fascina porque ya lo remitió en alguna ocasión anterior.
Será falta de costumbre pero ITACA no lo puedes leer en pantalla, tienes que imprimirlo en el papel y así lo haces, incluso, con este vicio tan tuyo, anotas y subrayas. Es un poema extraordinario. Tanto, que te parece que el traductor tiene que ser un poeta que haya penetrado en el espíritu de Kavafis, porque a un poeta lo tiene que traducir otro poeta, otro que se ponga en su lugar. Navegas, no por el Océano de Poseidón, sino por internet en busca del traductor y encuentras innumerables versiones en español del poema y finalmente descubres que el traductor de la que envía el amigo es José María Álvarez, que no te suena de nada.
No siempre vas a acertar con tus presagios, pero porque el traductor te resulte desconocido a ti, no pierde ni un ápice de valor. Tan no pierde que te entran ganas de bajar al trastero, en donde supones que tendrás la Odisea de Homero de la humilde colección Austral, junto a otras decenas de libros que no te caben en casa. El mono no es tan grande y lo dejas para otra ocasión. De momento te conformas con detenerte pausadamente en el poema de Kavafis. Kavafis. Hasta el nombre suena bien. Y Los lestrigones, la madreperla, el ámbar, el ébano y los delicados perfumes. Quédate con esta idea: “Ítaca te regaló un hermoso viaje, sin ella no hubieras emprendido el camino, mas ninguna otra cosa puede darte”.
Necesariamente te recuerda el caminante de Machado: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Tu manía de investigar lo que no procede te lleva a intentar indagar si pudiera haber alguna influencia de uno en otro porque Machado nació en 1875 y murió en 1939 y Kavafis lo hizo en 1863 y 1933, pero dejas ahí tu investigación porque ¿qué mas da? La poesía debe entrar en el corazón, no en el laboratorio.
El caso es que este sábado habías prometido a tu mujer hacer un recurso de una irregularidad catastral de una finca de los padres, pero tomaste el camino de Ítaca, en donde no te perdieron las Sirenas sino las Musas.
Eres incorregible.

2007/06/08

LAS MEDIAS DE XAVI Y PUYOL

Imagínate que el día de tu santo, que va a ser el 21 de junio, o el de tu cumpleaños, dos días después, alguien te regala un polo que tenga en el cuello, en las mangas o en el bolsillo los colores rojo, amarillo y rojo de la bandera de España. Te crearía un problema. Tú no comprarías nunca (entendiendo por “nunca” lo que se entiende por “nunca” en política, que decía Romanones) una prenda de esas características, ni un bañador, ni una pulsera, ni pondrías una pegatina en el coche. ¿Pero lo pondrías si te lo regalan o lo dejarías en el armario para siempre?
Pongamos que, en vez de regalarte ese polo con los colores de la bandera de España, te lo regalan con los colores de Murcia (que no sabes cuáles son), o de Galicia (algo blanco y azul) o de Castilla (supones que un León o un castillo ) o de Andalucía (algo verde y blanco) o de La Rioja (ni idea), o de Camerún o de Francia o de Portugal o de Alemania o de Canadá. Te pondrías sin problemas cualquier cosa de esas. Volverías a tener dudas si lleva barras y estrellas. No lo pondrías con una ikurriña, ni con la senyera, eso seguro, aunque fuera un diseño exclusivo del modisto puntero del momento porque estás en contra de que haya más nuevas naciones. Ya está bien de nuevos Estados o de nuevos municipios.
Otra pregunta: imagínate que vas de viaje al extranjero con un grupo de amigos y para dar ambiente y armar folixa lleváis unas banderas ¿Cuál elegirías, la de España o la de Asturias?.
Si tú, que no eres nadie, tienes esos reparos en lucir los colores de la bandera, que hasta que te mueras asociarás (injustamente) con los fachas, ¿por qué cuestionas que Xavi y Puyol hayan doblado sus medias para que no se viera la bandera en el partido contra Letonia?
¿Podemos criticar a los internacionales croatas que hayan jugado, y jugado con entrega, con la antigua Yugoslavia-Serbia y, en cuanto consiguieron la independencia, esos mismos lucieran con orgullo la elástica a cuadros roja y blanca? Lo mismo de letones, lituanos y estonios con respecto a Rusia o a la URSS.
Te duele como español que Xavi y Puyol hayan ocultado la bandera, con subterfugios poco creíbles, pero te recuerda algo de cuando juraste bandera: que cuando todos gritaron “Arriba España” tú simplemente hiciste una mueca con los labios, una especie de reserva mental para no contaminarte, porque tienes que recordar que juraste bandera en Septiembre del 75, es decir, al régimen de Franco, y si hubieras tenido que pegar tiros de verdad, seguramente no tendrías ninguna oportunidad de reservas mentales o te costarían la vida.
Sería de cínicos pedir a los futbolistas que no se sientan españoles que no jueguen con la selección española. Esa renuncia no se pide a nadie. El nuevo superpatrono de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán acaba de decir que la mejor empresa pública es la que no existe. Que empiece por no solicitar ninguna clase de subvención para sus empresas. Por coherencia, los trabajadores de derechas de las empresas públicas deberían pedir la baja sin más, dado que están trabajando contra sus principios y pedir trabajo en la empresa privada. No sé si los trabajadores de izquierdas de las empresas privadas deberían pedir también la baja en aras del futuro Estado Socialista. A lo mejor, lo coherente de ese tipo de trabajadores es no dar golpe para intentar hundir ese modelo de empresa que tan en contradicción está con su catecismo.
Con los fundamentalismos no se va a ninguna parte, pero sin alguna clase de principio mínimo tampoco. Dicho de otra forma, ni siempre por el libro ni muy lejos de él.
Una vez más, dudas y te quedas en tierra de nadie.

2007/06/05

POR LA INCINERACIÓN Y POR EL DESPARRAME DE LAS CENIZAS

Un día de esos que coges de permiso para ir con tu madre al médico, al banco, al Alimerka, etc., te da por subir a Fresneo, un pueblo que se ve desde Fierros. Exactamente se ve una casa, pero es suficiente para decir que se ve el pueblo. Al fin y al cabo, decimos que Colón descubrió América, y solo descubrió una parte.
En Fresneo, ves con sorpresa bancos rojos de tu empresa a la puerta de alguna casa. Posiblemente tengan mas uso allí, con haber un único habitante censado, que en alguna estación. El rojo del banco metálico pega en la antojana como un huevo a una castaña, pero, económico sí habrá sido al menos, y no va a ir ningún Concejal a denunciar que aquello no es un ejemplo de integración.
Después de sorprenderte (bueno, no tanto) con esa extravagancia estética, decides entrar en el cementerio de Fierros, el cementerio al que fuiste muchas años en tu infancia. No te da, por el momento, por organizar excursiones a los cementerios, pero sí por hacer alguna incursión si tienes tiempo y vas solo, que estas manías no son para compartir.
Ves tumbas y nichos, y hay de todo: cuidados, descuidados, abandonados. Ves el nicho de un cura del que nunca oíste hablar, y lees: D. José Cabezas, Párroco, DEE. No sabes que habrá querido decir el pintor de brocha gorda con DEE. No recuerdas de niño la tumba de ese párroco, pero te duele ahora que no haya habido en la parroquia una peseta de solidaridad para él, que cuando murió pensaría que su feligresía era su familia. No es precisamente el muerto el que pierde su dignidad por apariencia tan triste y abandonada. Quedan restos de una vela que quizá alguien habrá puesto por compasión o por vergüenza, y un vaso ahí abandonado a falta de otra repisa.
Y las ortigas. Ahí se hace gráfica la expresión de estar echando ortigas. Matrimonios que conociste…y que no hace tanto que murieron, ahí están juntos para siempre echando ortigas.
Y enterramientos con pretensiones de mausoleos que ya nadie visita. Ves mármoles muy finos y de buena calidad clamando por una bayeta y por una visita.
Así estará el cementerio, solo, abandonado, hasta el primero de noviembre o hasta que la urgencia de una muerte obligue a que alguna mujer (estas manualidades son cosas de mujeres) acometa una poda de urgencia.
Mejor la incineración y echar las cenizas al aire. Ganamos espacio y, sobre todo, evitamos tristezas.

2007/06/03

JUSTICIA DE LAS VÍCTIMAS Y PROCESO DE PAZ

Lees en La Nueva España que el viernes por la tarde pronunciará una conferencia el filósofo Manuel Reyes Mate con el título “Justicia de las víctimas y proceso de paz”. Te suena Reyes Mate porque es un habitual de EL PAÍS, pero no sabes si alguna vez habrás conseguido terminar un artículo suyo. Como el título te parece sugestivo y actual, y el conferenciante es una persona de prestigio, vas.
Estabas pensando en las víctimas del terrorismo etarra. En la introducción que le hacen te desencanta un poco, solo un poco, porque al leer su extenso currículum, destaca sobre todo por ser un estudioso de las víctimas del holocausto nazi.
Efectivamente la conferencia versa fundamentalmente sobre el holocausto nazi, aunque para mantener el interés de la escasa audiencia, haga alguna alusión al caso nuestro. Insiste en el valor de la memoria, alusión que vale tanto para la llamada memoria histórica (de la guerra civil) como para la memoria de las víctimas del terrorismo etarra. No se citó a las víctimas del 11-M quizá porque, a diferencia de los judíos, de los vencidos en nuestra guerra o de buena parte de los asesinados por ETA, no forman un grupo homogéneo.
En lo que nos ocupa, y pensando en las víctimas de ETA, su idea es que las víctimas han de ocupar una “centralidad” pero no deben ser los únicos protagonistas, porque el protagonismo es de todo el pueblo español. Te quedarás con las ganas de preguntr en qué se concreta esa centralidad.
El resumen de La Nueva España es correcto, no en vano la redactora de la noticia es Azahara Villacorta, de la que lees cualquier cosa que escriba, aunque sea sobre la reparación de una fuente.
Al final de la conferencia y del coloquio te queda un sabor agridulce, el que deja siempre escuchar a un filósofo, porque no ves la manera de pasar de las ideas a la práctica, a la praxis política, en particular si creemos en la democracia, si creemos que esos valores o principios filosóficos para que se puedan implantar en actos, tiene que ser por la voluntad del pueblo soberano. Quizá sea una labor de zapa.
Te pareció entender que defendía que contra los genocidios (y quizá contra el terrorismo) no cabe la prescripción del delito por el paso del tiempo. Con varios ejemplos, Alemania con respecto a Polonia, Virginia con respecto a los esclavos, España con respecto a América, te pareció haber entendido que hay deudas que no prescriben. Si es así, crees que hasta que no se consiga una igualdad mundial siempre habrá un pueblo que defienda que su pobreza se debe a la riqueza de otro que le esquilmó hace unos siglos. Esta idea te acompaña desde que tienes uso de razón, porque te parece muy difícil ser rico y respetuoso con la ley, con una ley justa para ser mas concretos, pero buscando la precisión la pierdes, porque ¿cómo se da con la ley justa? ¿ley justa es igual a ley democrática? Por aquí no encuentras salida en el laberinto. Necesitarías dedicarle algo de tiempo a leer filosofía para aclarar las ideas.
Al final se hizo muy tarde, con el coloquio la conferencia duró más de hora y media y te quedaste con la gana de preguntar si había manera de encontrar un punto de equilibrio entre justicia y seguridad jurídica porque, en el fondo, son incompatibles, salvo que se afeiten las palabras, las llenemos de matices y acaben no sirviendo para entendernos ni aclararnos.

GANBAS, PABIMENTOS Y CLIENTELAS

Después de dar la vuelta habitual de los sábados por El Fontán, camino de casa te vas fijando en el suelo de las calles del Oviedo antiguo que te pillan de camino: plaza del Ayuntamiento, Cimadevilla… Te fijas porque el fin de semana pasada estuviste en Galicia. Entre otros lugares visitaste Pontevedra, con un precioso barrio antiguo. Te llamó la atención lo bien integrado que está el pavimento, en donde no se distinguen las tapas de registro en los suelos. Tienes que fijarte, y fijarte mucho, para descubrir que junto a cada portal hay una loseta de igual forma que el resto con pequeñas chapitas que indican su función: aguas pluviales, teléfono, gas, alumbrado, etc.
Tu ciudad, que te encanta, tiene el pavimento hecho una llaceria (el Word insiste en poner “yacería”, pero quieres poner la asturiana llaceria, de la misma raíz que llaga) y tiene algo que aprender de otros, aunque el alcalde se ufane en tener no sé cuantas escobas de oro o de plata. Venías pensando que podías mandar un correo al concejal de obras para que lo tenga en cuenta en próximas reformas. Acto seguido lo desestimas porque estando como está, en funciones, es perder el tiempo. Si no se te olvida lo dejas para más adelante, cuando se hayan constituido los nuevos ayuntamientos, con la esperanza de que ese correo caiga en mejor saco que los que los clientes te mandan a ti.
No venías mirando fijamente para el suelo. De vez en cuando levantas la vista y ves, sin detenerte, una carta de precios de una sidrería-restaurante de relumbrón, el Faro Vidio, que publicita mucho su comedor climatizado. No miras con detalle para la carta, miras simplemente al bulto, pero te parece hacer visto al paso una falta de ortografía. No te aguantas y vuelves sobre tus pasos, no muchos, siete u ocho. Descubres que metieron la ganba. No pides a un albañil que escriba bien gamba, ni bogavante, sí que escriba ventana con uve y pestillo con elle. Por lo mismo perdonas al camarero que ponga ladriyo, pero no ganba.
Qué imán tienes para las faltas y las erratas, sin que quieras decir que tú no las cometas, porque siempre te entra la duda con alguna tilde, algún veis, algún oía.
Posiblemente no pierdan ni un solo cliente por esa ganba. Lo perderían como te perdieron a ti en una sidrería de la calle Gascona por cobrarte la parte que habías consumido de una carne a la piedra pese a que dijiste que olía a atrasada (exactamente tu mujer, porque a ti te vale todo), y pese a que te ofrecieron otra cosa, que a buen seguro iban a cobrar, en vista de que no quisieron perder la parte de aquella carne olorosa.
También puede perderse un cliente si eres relativamente habitual, aunque no diario, de una cafetería, cuando ya vas a marchar dejas los euros justos y la camarera, que estaba atareada con otras cosas, cuanto os ve salir por la puerta, os dice delante de otros clientes que faltan por pagar los cafés.
Ahí ya no te fijas en si los rótulos se ajustan a la Real Academia de la Lengua, porque lo que lo que se infringió fue la discreción, no la ortografía. Esa metedura de ganba sí que puede originar la pérdida de un cliente.

2007/06/02

IZQUIERDA Y ABSTENCIÓN (P. de Silva)

El cliente siempre tiene razón
Pedro de silva


¿Quién se ha abstenido aquí? Los sabuesos electorales husmean estos días todos los rastros para hallar el perfil del perfecto abstencionista. La hipótesis inicial es que el abstencionista es sobre todo de izquierdas, y aunque no le falte apetito político es de esas personas que cuando no lo encuentra todo perfecto le hace ascos a la comida. Tanta exquisitez molesta sobremanera a la izquierda orgánica: «quedarse en casa es igual que votar a la derecha, para eso que se mojen y voten al PP sin más», llegan a decir. Aunque personalmente no conozca el pecado de abstención, creo que el día en que la izquierda deje de tener estómago delicado dejará de ser izquierda. Por eso, una vez conocido el perfil del abstencionista, y si se constata que en su mayoría es de izquierda, los sabuesos electorales deberían ponerse a buscar rastros en casa, para ver qué ha fallado en la cocina.

ESCENA EN LA SELVA

Encuentras en el blog de un primo que escribe muy bien un vídeo de una lucha en la selva.
Como en los antiguos cine forum, en una misma película tu primo leyó un mensaje y tú otro.
Tu viste unos búfalos que se acercan a unos pocos leones o leonas, de momento en número similar una y otra especie. No sabes por qué los incautos búfalos se aproximan tanto a los leones. De hecho, estos se enfurecen, los persiguen y echan la zarpa al búfalo más pequeño y de un golpe de gracia, lo derriban hacia el río. Inmediatamente aparecen el resto de leones que se aseguran la pieza y allí mismo acaban con la vida del joven bovino.
Por si fuera poco, mientras están todavía en el río, aparece un cocodrilo que disputa la pieza a los leones, tirando, como en La estaca de Luis Llach, cada uno por un extremo. Los leones aúnan esfuerzos y, el revés que el refrán, no llevan el gato al agua, sino que sacan al búfalo del agua y de los colmillos del cocodrilo, que regresa al cauce mientras los leones comienzan a dar buena cuenta de la víctima.
Cuentas cuatro leones. Con el búfalo muerto, enterada la gran familia de búfalos, se acerca una buena manada de ellos, no menos de treinta, pero el grupo de cuatro o cinco leones ni se inmutan. Los búfalos verán con horror cómo los leones despachan al de su especie.
Un único búfalo, en un arrebato de dignidad, patea a un león que se había separado un poco del grupo, pero el resto sigue a lo suyo. Los búfalos parecen nerviosos pero no intervienen y los leones continúan descuartizando la pieza muerta.
A veces los búfalos acometen al grupo de leones, cada vez más pequeño y los restos de la víctima, auténticos restos ya, quedan solos.
No identificas del todo al cocodrilo, quizá el gendarme del río, como dice tu primo, pero sí identificas perfectamente a los búfalos y a los leones. Para ti los leones son los terroristas, los matones, que siendo una minoría, con su fuerza, su organización y su falta de escrúpulos, consiguen lo que buscan, mientras que los búfalos, con ser más, se les va el tiempo en asambleas y debates y acaban logrando que el terrorista siga matando, dejando a la víctima abandonada y a los suyos desmoralizados.