Después de una dura mañana de continua pelea con la fotocopiadora, que si el tóner, que si el atasco, que si la bandeja no clasifica, carta va, correo viene, que si no cuadra el dato, eso sin hurgar en la actividad ferroviaria, que los trenes andan solos. Pues bien, después de toda esa frenética actividad, bien merecido tienes una sosegada lectura del periódico de Gijón mientras te tomas…un respiro.
Lees un titular “ La mejor prevencion es tener en prision al delincuente ”. Y lees que el autor es el Comisario saliente de Policía de Mieres. Y te dices que bueno, que se jubilará, y que el hombre tiene derecho, en la despedida, a un desahogo, a decir por una vez lo que piensa, harto ya de tanta declaración políticamente correcta, mientras con las manos en los bolsillos cruza los dedos índice y corazón.
Y si lo pensó un poco dirá que al fin y al cabo la declaración fue a un periódico de Gijón, que a lo mejor no llega a Mieres, y mucho menos a Trobajo del Camino.
Vas al interior de la entrevista y no inventaron el titular, ahí dentro encuentrs la frase literal. Pero vuelves a leer y te enteras de que no se jubila ni se va a la reserva ni a la llamada segunda actividad, que bien quisieras para ti. No, se va a San Andrés del Rabanedo, en donde tienes tíos y primos y la sepultura de una abuela.. Allá se va Don Carlos a hacerse cargo de la calle imitando a aquel Fraga de “la calle es mía”.
Ya te gustaría leer las primeras entrevistas que habrá de conceder en su nuevo destino. Y más te gustaría comprobar si habla con igual claridad. Sospechas que no, pero tienes la esperanza de que algún espía llionés esté atento y te informe, no por nada, sino por comprobar lo que supones. No hace falta ser Sherlok Holmes, ni siquiera comisario.
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