2008/04/06

MUERTOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PAJARES

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La noche del viernes al sábado la pasaste viendo listas de muertos, los anotados en los registros parroquiales del pueblo de tu madre. Hablamos de los años 1882 y siguientes.

Caes en la cuenta de que así como hoy los que mueren en las minas asturianas son extranjeros, entonces, cuando se estaba construyendo el ferrocarril del Pajares los que morían eran de fuera de la región. En algunos casos figura la causa, en otras no hace falta especificar. Cuando no figura la causa y sí la edad, por los apellidos y el lugar de procedencia se puede suponer que no murieron de muerte natural. Ves a un Francisco Sánchez, de Villaquilambre, de 40 años; a un Antonio Vázquez Rodríguez, de Guntín, Lugo; a un Andrés López, de Lugo; a Ramón Viaña, de 21 años, de Santander; a Domingo Carballo y a Jesús Casero Cabo, de 17 y 25 años respectivamente, de Cuiña, Lugo; a Manuel Iraosabal, de 50 años, de Vizcaya; a Juan Vázquez, de 21, de Pedroso, Coruña; a Miguel López Bodelón, de 22 años, de Camponaraya, León; a Francisco Moreira Fortes, de 27 años, de Caboy, Pontevedra; y decenas de hombres jóvenes en los años siguientes, que no sabes si figurarán en las estadísticas de los accidentes de trabajo o en la historia de la construcción de los túneles del puerto de Pajares.

Algunos curas tuvieron la delicadeza de anotar la causa de la muerte: voladura de dinamita en la boca de arriba del túnel de Orria; voladura en la cantera del Topedal; un liso en el túnel de las Nieves; cartucho de dinamita en Topedal en obras del ferrocarril; cantera del Romerón; al apearse de uno de los coches que bajaban de Busdongo; en el plano inclinado de Buelles en obras del ferrocarril; le cayó un liso en el túnel de la Raigosa en las obras del ferrocarril; le cayó una piedra en el túnel de Las Cangas-Parana.

Te viene entonces a la memoria una conversación que tuviste hará un mes con un sobrestante jubilado que te contó que junto a la boca del túnel 25, en La Pisona, hay una cruz de piedra, sin más datos, y vete a saber si era de aquellos hombres enterrados en Cabezón o de algún otro accidente.

Ahora, cuando ya apunta en Pola de Lena la boca del nuevo túnel de la variante ferroviaria de Pajares, te alegras de que no haya habido ni vaya a haber decenas de muertos. Los que haya o haya habido serán, en su mayor parte, extranjeros.

1 comentario:

Carlos dijo...

Interesantes datos, como siempre.