2008/08/04

BENIDORM 6. EL AGUADOR

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Acabas de llegar a la playa y no tarda en pasar el aguador. Casi nunca ves a nadie pedirle nada, pero él no ceja en su intento.

- agua, cerveza, bita, coca cola, lemon…

Ni estas en una plaza ni aquello está vacío pero te recuerda EL VENDEDOR, poema de José Hierro cantado por Mocedades: en la plaza vacía nada vendía el vendedor / y aunque nadie compraba no se apagaba nunca su voz.

Pasa de izquierda a derecha y a los veinte minutos lo ves igual de cargado de derecha a izquierda. Piensas que por una parte estaría contento si en el viaje de poniente a levante termina la mercancía, pero perdería una oportunidad de venta en el viaje de levante a poniente. Supones entonces que a lo mejor tiene un punto de suministro en levante y otro en poniente. Mientras cavilas sobre estas variadas alternativas como si fueras su director de logística, vuelve a pasar otra vez, igualmente cargado.

Como ahora hay que ser ten políticamente correcto no te queda más remedio que decir que por el aspecto exterior podría ser de una raza de tez oscura proveniente de la India que se suele ganar la vida con la venta ambulante, en este caso ambulante de verdad. Y en honor de la verdad, y sin que sirva de precedente, sudando la gota gorda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Había uno muy moreno, como de la India, pero español, que gritaba "agua agua" en la playa de san lorenzo de Gijón. Cogía las tapas de las neveras y la ponía junto a su boca para efectos e altavoz. El hombre este era delgado, esmirriado, pero recuerdo que sus brazos dejaban ver sus venas, saliendo hacia fuera, a modo de explotar, como si la fuerza por llevar las alforjas quisiese salirse hacia afuera. Pasaba remangado de pantalón, en chichas, "rrrrrrrrrrr" llamando la atención, gritando, hablando con unos y otros. Decía "¡!!Qué sed teeeeengo!!!". Y aquella de "Voy a cruzar el Piles, pedid ahora, que tardaré en volver!!!". Mi padre se reía del modo de vender y en una de esas al pasar a su lado, el vendedor dijo a mi padre "tú ríete hoy, que ya verás mañana"... y mi padre cual cangrejo empezaba a pelarse... a pelarse...
Compartió unos años con uno más gordito que gritaba a su estilo "hay cervezagua"... era otro estilo, otro modo de vender...