2009/01/15

EL HABLA DE MAGDALENA ÁLVAREZ

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(Posiblemente este artículo sea solamente para asturianos, adviertes)

Leíste en La Nueva España, que el PP expedientaba a Nebrera, diputada autonómica por Cataluña, por calificar de chiste el acento de tu ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Lees en ese periódico que la diputada Nebrera es de origen asturiano. Por ese vicio que no puedes evitar, empiezas a dar vueltas a “Nebrera”, ¿qué será nebrera? No te suena como apellido de por aquí, pero tienes que responder lo mismo que le preguntaron a Churchil (podría ser a otro) ¿Qué opina de los franceses?. Respuesta: Hombre, no los conozco a todos. Lo mismo dices tú, no conoces todos los apellidos. Más tarde, por aquello de documentarte, aunque sea para este minoritario blog, entras en el de la Nebrera, que incluye una amplísima autobiografía, y no encuentras alusión alguna a sus antecedentes asturianos. Esto te desmonta el artículo que ibas a escribir, sobre la percepción que desde Asturias se tiene de otras hablas, otros giros, otros acentos, pero sigues la máxima de los malos periodistas: no dejes que la realidad te impida un buen titular.

Buridán tiene sus dudas sobre si debe escribir este artículo o dejarlo en el tintero. Si lo escribe, tiene dudas sobre si escribir claro o solamente insinuar. Buridán está triste por reprimirse en no poder plasmar por escrito lo mismo que dice al tomar el café o mientras espera turno en la fotocopiadora, porque no es lo mismo lo que se escribe que lo que se habla, ni el contenido ni el continente.

De momento, queda despejada la primera duda, así que escribirás el artículo pero darás varios rodeos.

Es una faena ser tan políticamente correcto. Por cierto ¿por qué se dirá eso de políticamente correcto? Es curioso el lenguaje y el lenguaje político. Por una parte el político, el sindicalista, el abogado, en el ejercicio de sus respectiva función, pueden incluso extralimitarse en el uso del lenguaje, siempre que no lleguen a insultar (a veces incluso insultando) porque se entiende que esos excesos están justificados por la función que la sociedad otorgó a determinados grupos sociales: el debate político, la defensa del trabajador, la defensa del ciudadano. El resto de los ciudadanos tenemos que utilizar el lenguaje políticamente correcto, es decir, el que ellos no utilizan, pero el lenguaje tiene sus paradojas, el político las suyas, y si combinas lenguaje + político, eso ya ye el acabose.

Hay que irse centrando. El Rey, Rajoy y Sergio Marqués, ex presidente asturiano del PP y luego de URAS, tienen una forma de hablar peculiar. Unos parece que comen fabas, otros que se comen la lengua, sin embargo el famoso lenguaje políticamente correcto impide que los políticos, incluso en el fragor dialéctico de la batalla, aluden a esas, vamos a decir, particularidades del lenguaje. Y si hubiera algún político bizco, que lo hay, ningún contrincante osaría aludir a esa nota. Los humoristas, en ese terreno, tienen una libertad mayor que los políticos, que los sindicalistas, que los abogados, porque, en una parodia colocarían un parche en un ojo o unas fabas en la boca y nadie entendería que habrían traspasado ninguna frontera.

Y ¿qué tiene que ver todo esto con lo que dijo Nebrera sobre el habla de chiste de Magdalena?

Maleni se mosqueó muchísimo pero te parece que los tiros no iban por ahí.

Tiem-poooo. Este artículo es demasiado largo y hay que dejarlo ya mismo.

6 comentarios:

miner dijo...

Pero vamos a ver "Maleni" no sabes que lo políticamente correcto ye hablar Catalán en la intimidad. Y no eso tan vulgar de ¡Pujol enano habla castellano! Hay Maleni, Maleni, no ves que todo está en función de los intereses de cada momento. Que no nos interesan los nacionalistas; no pasa naaaa, los colgamos y punto, no ye así D. Manueeee. Un saludo, Albala

Anónimo dijo...

Al final va a resultar que la macarra habla como Demostenes!.

Anónimo dijo...

Maleni necesita también botox en el cerebro.Saludo ayerán

Anónimo dijo...

ay vaya tragedia, prrrrrobe Maleni!

Anónimo dijo...

No saber comunicar es una cosa.
Pero el uso de "maldecir" también es significativo.

Rafael del Barco Carreras dijo...

MAGDALENA ÁLVAREZ



Rafael del Barco Carreras



Abril 2009. El nivel de incompetencia, la Ley de Peter, no define los ascensos en la Política. El que en las densas burocracias un excelente burócrata alcance un cargo donde se definirá como un completo desastre no nos explica los nombramientos políticos a dedo. No encaja con que el “jefe que asciende” coloca en su lugar a su entregado y pelota segundón. No es lo mismo que Chaves se empeñe en que su segundo tome su cargo y relevo en Andalucía, así en Sevilla no levantarán alfombras, le “harán la cama”, o simple sombra a su liderato, que Zapatero nombrara en su día Ministra de Fomento a Magdalena Álvarez.

Ese nombramiento, de Consejera de Hacienda en la Junta de Andalucía a Ministra, dicen malpensados, fue un ascenso que también se describe en los manuales sobre burocracias. Un Jefe quitándose de encima a uno de sus más pizpiretos subordinados, para que no se convierta en enemigo, lo recomienda a un cargo mayor y alejado de su órbita, y que mejor que ¡ministra! Si en total, un ministro solo sirve para aparecer en la Tele enderezando entuertos, y siempre glorificando a Presidente y Partido (comiéndose los “marrones”) la locuaz Magdalena quizá se defendiera, además de caer alguna Obra Pública. Y si alcanzaba su nivel de incompetencia, que a él, su padrino, que la había heredado de otro de sus jefes, puede que Josep Borrell, le pillara lejos.
Repito. La señora Magdalena me descubrió una de las operaciones más truculentas del trío Narcís Serra-Maragall-De la Rosa. No se trata de la peor de sus actuaciones, a mi entender fue mucho más grave cuando Jefa de Sección en el Ministerio de Hacienda, ante el inmenso merdé en la Delegación de Hacienda de Barcelona entre el delegado e inspectores amigos de su Jefe Josep Borrel (asunto por juzgar después de casi 20 años) se le ocurrió soltar a la prensa que ella lo había descubierto pero por no “estigmatizar al Partido” se calló. ¡Cuánto habrá callado! Con su locuacidad “moderse la lengua” habrá sido terrible y sangrante. Quizá su gran baza en su exitosa vida, el hablar pero callarse, donde dije digo digo diego, amagando sin dar, hasta el ascenso soñado. La filigrana dialéctica. Pero en cuanto a mí se refiere, enterarme que mientras sufría aquella Modelo acusado de lo que para mí era culpable Javier de la Rosa (a quien yo ni conocía) mis acusadores Serra y Maragall (sabedores de lo sucedido) negociaban o le obligaban, entre otras operaciones, la compra para el PSOE o anexos con letras avaladas por el Banco Garriga Nogués de toda la prensa del Movimiento en Andalucía, y que esas letras pasados los años sumaban en los impagados incobrables y pérdidas de una Caja de Ahorros andaluza (sin estar contabilizadas en lo que resultó la real quiebra del Banco), rebasó mi ya lleno vaso de pruebas con otros socialistas cobrando talones y hasta un crédito de varios cientos de millones de pesetas para el propio Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, un mes antes de mi liberación en 1983, con el banco tocado de muerte. Ver en “Barcelona, 30 años de corrupción”.