2009/03/26

EL CENTRO LOGÍSTICO

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Lees en la web de una compañía ferroviaria amiga/enemiga, de la que la tuya se divorció no hace tanto, que después del culebrón de unas oposiciones, pronto empezarán a practicar o a trabajar en los centros logísticos unos cuantos factores de circulación.

Con la ilusión que te haría haber iniciado tu andadura ferroviaria en un centro logístico, al que imaginas acristalado, luminoso, inmaculado, con mobiliario nuevo de colores suaves, luz indirecta y pantallas interactivas, y te tuviste que conformar con aquellos locales de altos techos, con algún resto de telaraña por las esquinas, mortecinos, con viejos muebles de madera o metálicos en donde se conservaba la documentación en aquellas carpetas atadas con cintas blancas (todavía guardas alguna reliquia) y si querías llamar a la estación colateral tenías que darle al rabil del teléfono. Esto del centro logístico tiene que ser cosa realmente importante porque la evolución normal del lenguaje es ir de lo largo a lo corto, de lo complejo a lo sencillo, que la gente ya se encarga de abreviar las exageraciones burocráticas.

Cuando sigues leyendo ves que simplemente van a trabajar a lo que todo el mundo llama estación, pero, claro, estación es un concepto muy estacionado, quieto, fósil, anticuado. Centro logístico es otra cosa, es movimiento, acción, incluso cuando todo está parado.

Hace veinte años, en esos papelotes sin ninguna utilidad que te gusta conservar solamente por darte un pegote, se recomendaba, de cara al público, llamar estación a cualquier instalación con edificio y vías, y evitar hablar de apeaderos, apartaderos o cargaderos, conceptos que, decía aquel papel, podían confundir al usuario y convenía reservar para el lenguaje interno. Eran tiempos en los que se buscaba la claridad.

Ahora si llamas a la estación de Venta de Baños y te contestan:

- Centro Logístico de Venta de Baños, buenos días.

te da un soponcio.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que los nombres rimbombantes lo inundan todo.
Es curioso que en la carnicería, la hamburgesa de siempre se llame burger meat, en un desprecio del español sin paliativos.
Y no digo nada en la pescadería, para explicar a la abuela eso de pesca extractiva y acuicultura.

Vamos, que la diarrea mental gana enteros.

Saludos
Alipio

miner dijo...

Claro, no ye lo mismo:
Santiago de Compostela que Compontelas como puedas Santiago.
Lo primero no tien gracía.
Saludos

Anónimo dijo...

Pues sí. A mí me daría un soponcio.
Será porque una ya tiene unos años, pero la palabra "estación" está repleta de evocaciones cálidas, a pesar de haber sóportado el frío de las esperas en los andenes, o la tristura de una despedida. "Centro logístico" suena frío, distante, marcial...Incluso me resulta más agradable la estancia de techos altos, muebles de madera y carpetas archivadoras...aunque la luz fuese mortecina.
Cuando era niña, en vacaciones, acompañaba a mi tío a su tabajo (oficina de telégrafos), y recuerdo aquel lugar, quizás por las connotaciones del contexto, del momento vivido,como un recinto cálido y acogedor, a pesar de los metros de cinta de teletipo enrollados encima de aquella inmensa mesa, y diversos objetos acumulados en desorden...
Pero , la verdad es que a veces me descubro con un barniz decimonónico.
Necesito la luz como el comer. Sin embargo, esos lugares con todo dentro de los funcionales muebles metálicos, sin nada a la vista,salvo los propios muebles y las pantallas me producen cierta frialdad aunque la calefacción esté a tope.
Una que empieza a descubrirse como una inadaptada. Saludos

Anónimo dijo...

Si a mi me contestan con lo de centro de diagnóstico , yo les pido ....... cita para hacerme unas radiografías.
Salud

Anónimo dijo...

Y si es centro logístico ...que me preparen un pedido de misiles

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Karen, iba a escribir "telégrafo" pero no lo puse porque me parecía que era un término sólo entendible para ferroviarios.

Karen Dinesen dijo...

Pues ya ves que yo estoy muy puesta en lenguaje "Morse".Cuando empezaba a sonar el teletipo, rompiendo mi concentración en la lectura, era todo un acontecimiento que despertaba todo mi interés.A mí al menos (tendría yo cinco o seis años)el teletipo me producía expectación.
Mi tío me daba los trozos de rollo inservibles y jugaba con ellos. Por aquel entonces él me explicó a qué obedecía el ritmo de los pitidos y me enseñó el alfabeto Morse.Recuerdos entrañables. Gracias

Jaime dijo...

Vaya vaya vaya, ahora resulta que los factores de c.., perdón, Reguladores del tráfico, ya no trabajan en el Gabi..., digo Centro del Control, de las Esta.., mejor Centros Logísticos.

Maldito lenguaje politicamente correcto.