2009/04/02

MEDITACIÓN CON REMORDIMIENTO SOBRE LA PROPIEDAD PRIVADA

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Hipótesis:

A) Llegas por la mañana a la oficina. Dejas el abrigo en la percha. En la esquina de la mesa ves el móvil de empresa, que crees haber dejado ayer porque marchaste después de las siete y no lo ibas a necesitar y tampoco estas de guardia esta semana. Abres varios programas en el ordenador, uno a uno, no vaya a quedar colgado el aparato. Entran a verte clientes y trabajadores de la casa, raramente a darte buenas noticias. Entras y sales varias veces de tu oficina a la fotocopiadora o a otras dependencias. Miras la hora en la esquina inferior derecha del ordenador y son las diez y media. Llamas al 211 porque es la hora del café. Vas a coger el móvil y no lo encuentras. Palpas los bolsos. Te pones de pié. Los vuelves a palpar. Tanteas los del abrigo. Vuelves a los del pantalón, de la camisa, de la chaqueta. Llamas al móvil. Está apagado o fuera de cobertura. Llamas a casa. Ya no está nadie. Sales igual a tomar el café. Cuentas que te desapareció el móvil de empresa. No, no sospechas de nadie. Hombre, piensas en uno, pero es un cliente conocido que va de vez en cuando y te parece formal. También pudo haberlo llevado alguien de la casa, confundido porque casi todos los móviles de empresa son iguales. Vas a casa por si estuviera encima del tapete. No está. Vas a la comisaría, presentas una denuncia porque es imprescindible para que te den otro. Esperas con tranquilidad a que terminen una diligencia anterior, te cruzas de piernas, no precisas demasiados detalles porque no crees que el móvil vaya a aparecer. Cuentas que entran muchas personas, que no hay cámaras de seguridad en tu oficina aunque sí en la entrada. Entregas la denuncia en la oficina y antes de marchar a comer ya tienes un duplicado con la batería de reserva del anterior.

B) Llegas por la mañana a la oficina. Dejas el abrigo en la percha. Dejas también el móvil particular en la esquina de la mesa porque te molesta en el bolso. Abres varios programas en el ordenador, uno a uno, no vaya a quedar colgado el aparato. Entran a verte clientes y trabajadores de la casa, raramente a darte buenas noticias. Entras y sales varias veces de tu oficina a la fotocopiadora o a otras dependencias. Miras la hora en la esquina inferior derecha del ordenador y son las diez y media. Llamas al 211 porque es la hora del café. Vas a coger el móvil y no lo encuentras. Palpas los bolsos. Te pones de pié. Los vuelves a palpar. Tanteas los del abrigo. Vuelves a los del pantalón, de la camisa, de la chaqueta. Llamas al móvil. Está apagado o fuera de cobertura. Llamas a casa. Ya no está nadie. No vas a tomar el café. Vuelves a llamar al 211 y cuentas lo que te pasó. No, no sospechas de nadie. Hombre, piensas en uno, pero es un cliente conocido que va de vez en cuando y te parece formal. Dudas si ir a la comisaría. Sabes que no servirá para la recuperación del teléfono, solamente para poner un palote en las estadísticas, pero vas. Mientras esperas para prestar declaración vas pensando si coger un MoviStar o aprovechar ya para pasarte a Vodafone como el de la empresa y como el de tu mujer. Cavilas sobre dónde hay una tienda cerca. Te llaman a declarar. No precisas demasiados detalles porque no crees que el móvil vaya a aparecer. Cuentas que entran muchas personas, que no hay cámaras de seguridad en tu oficina aunque sí en la entrada. Guardas la denuncia en el bolso, sales y en la misma esquina hay una tienda de Vodafone y compras un teléfono, de momento de tarjeta.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Luis Simon, voy a tener que buscarte un modelo que suelte descargas de 25000 voltios. A ver quien te lo "afana". Claro que tendrás que tener cuidado de no soltartela tu, que te hace la vasectomía "in situ".

Saludos
Alipio

211 dijo...

La noche me confunde. Ya no sé cual extraviaste o te extraviaron de verdad, el público o el privado. Tengo que dejar de tomar la copa con el café.

Karen Dinesen dijo...

¡Vamos! que perdiste tu móvil particular y no tienes ni idea de dónde dejaste el de la empresa... ¿es eso..?
Es razonable que vayas a la comisaría para hacer la denuncia, pero me da que eres un despistado incurable.¿Qué harás cuando aparezca en el lugar menos pensado?
Nos lo cuentas en otra entrada y seguiremos disfrutando de lo que escribes.

miner dijo...

Llama a Paco el de: averías Paco.Que lo mismo te arregla la maquina del cafe Expresoooooo, que te encuentra el móvil.
Esto antes no pasaba, los teléfonos eran fijos y ahora claro son "Moviles".

Un saludo

Anónimo dijo...

hipótesis 1: el telefono es el de la empresa y a pesar de todo tomas el café, y la empresa ya proveerá
hipótesis 2: es tu teléfono y ya no tomas ni el café, ya se nota más la preocupación, y aquí ya mencionas marcas
En ambas hipótesis echo de menos los comentarios de la parte "conviviente" especialmente en en el segundo caso.
Salud
Y por curiosidad ¿por qué el 211?
Salud

La_Nenina dijo...

Si es el particular... ya era hora!! ;))

La_Nenina dijo...

A mí me lo intentaron robar en la ofi tb!! Estos clientes...!!

Anónimo dijo...

pero que ye esti robiciu de móviles?.Cualquier dia robenbos hasta los empastes!!!Esto ye el acabose.

Anónimo dijo...

el 211 ye Gustavo.

Anónimo dijo...

toda crisis es una oportunidad de mejora,mira tu que suerte estrenas movil, ahora 3 horas de lectura de instruciones y carga de agenda. decia mi güela : Haya salud!

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Solución al problema.
El móvil que desapareció de la mesa fue el de empresa. Quizá la única pista válida estaba en el título "con remordimiento". Por poner otro ejemplo ¿se preocupa uno lo mismo si le rayan el coche de la empresa o el suyo propio?

Karen Dinesen dijo...

A mí me quitaría más el sueño si el rayonazo lo recibe el coche de la empresa.De lo que es mío (poco) soy dueña hasta para permitirme el lujo de perderlo. Lo ajeno lo tengo sólo en préstamo...

mariano santiso dijo...

Eso te pasa por tener teléfono móvil, es decir que se mueve por si solo, yo solo uso portátiles es decir que se transportan en el bolso.
Conclusión algún choricillo la tiene tomada contigo.