2009/07/31

METÁFORA

Free Web Counters


Te gustaría que la idea hubiera sido tuya pero no lo fue, es más, no sabes quién es la autora, si Maruja Torres o Rosa Montero, dos mujeres viscerales a las que lees, no siempre hasta el final y con las que muchas veces no estás de acuerdo. Pensabas haber arrancado de la revista la hoja de la metáfora, pero habrá acabado en una papelera de playa así que te tienes que fiar vagamente de la memoria.

Dice la metaforista que muchas veces se encuentra uno en un aeropuerto despues de un viaje y mientras espera su equipaje deja pasar de largo bultos sin percatarse de su valor y que ese pasar monótono de los bultos tiene su paralelismo con las personas.

Después de más de veinte años de estar de vecinos en el mismo portal te encuentras a mil kilómetros de distancia paseando por la playa con un matrimonio con el que no habréis cruzado nunca más de cuatro palabras y eso una vez al año si coincidíais en la reunión de la Comunidad porque hasta vivíais en distinta escalera. Cuando había que referirse a ellos utilizabas un circunloquio de esos tan habituales cuando no conoces a la gente por su nombre: el del coche rojo, la que una vez encontraste en El Rastro, el que tiene un hijo que juega a balonmano, etc. En unos días, con la solidaridad que da la distancia, trabáis una cierta relación. Por experiencias anteriores, puedes presuponer que muchos contactos surgidos en esas mismas circunstancias acaban cuajando.

Te haces una idea de las personas por una forma de vestir o por una forma de caminar o por una palabra que oíste alguna vez o por un comentario lejano de alguien, parcial a veces e incluso tergiversado. Además, como tiende uno a meter en el mismo saco a todos los que duermen bajo el mismo techo, sean marido y mujer, padres e hijos o hermanos sin pensar que cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas, como decía un profesor de la adolescencia.

Conclusión vacacional válida para la vida: limpiar la mente, no prejuzgar, mirar los bultos con otros ojos. ¿Por qué es así en pantaló corto o en bañador y cuando regreses al Cantábrico, el jersey o la americana vuelven a hacer de corazas?

4 comentarios:

Karen Dinesen dijo...

El encuentro en un desierto...eso es lo que creo yo que propicia la solidaridad;y un desierto de amistad es Benidorm por mucha gente que llene sus calles y playas. No es que uno tenga intención en buscarse amistades cuando va de vacaciones, está claro.Pero en tal marabunta de desconocidos ves un rostro familiar y se produce la misma reacción que supongo se produciría si dos personas se encuentran en una zona desértica. Superado el miedo inicial...entablarían conversación.Me parece a mí,pero yo qué sé!Lo demás (supresión de prejuicios, etc.),consecuencia del conocimiento.
Me satisface la conclusión sana a la que llegas: mirar los bultos con otros ojos y sin prejuicios.¡Que perdure cuando te pongas la americana!
Parece que te están sentando muy bien las vacaciones!
Saludos.

belijerez dijo...

Si empiezas por pensar que son bultos...?¿?¿?

A menudo voy de conyuge del coordinador de viajes y constato que la gente va queriendo disfrutar, por eso son pura amabilidad...es lo que pasa cuando se está de vacaciones, en su mayoría, claro siempre hay excepciones. La coraza, pienso yo, no la da el camtabrico la dan las prisas, los prejuicios sobre todo, y la falta de confianza y de sensiblidad.

PD: espero no se moleste el "señor" por mi comentario.

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

La propia autora hablaba de bultos, ya sé que no queda del todo bien, pero ella puso el ejemplo, que lamento no conservar para colgar literalmente

La_Nenina dijo...

muy buena la conclusión final!