2011/02/18

TODAVÍA PREGUNTARÁ ALGUNO

Hace años cuando trabajabas por las estaciones y no habías recibido el primer cepillado de atención al cliente, era muy típico el siguiente diálogo:

- Oiga, ¿a qué hora es el primer tren para Veriña?
- A las cinco y cuarto.
- ¿Y antes no hay ninguno?
- No, antes no hay ninguno.

Después de cansinas repeticiones optaste por anticiparte:

- Oiga, ¿a qué hora es el primer tren para Veriña?
- A las cinco y cuarto. Antes no hay ninguno.

En vano, porque así y todo, alguno había que no se aguantaba:

- ¿Ninguno?
- No, ninguno.

Hoy, camino del trabajo oficinesco, encuentras una tienda de Orange en reformas. Los obreros están dentro y la puerta permanece a veces abierta. Los hombres no tuvieron más remedio que poner un cartel, pero alguien se habrá asomado a preguntar.

El cliente se enfurece cuando le apuntas que a lo mejor, hipotéticamente, quizá, alguna vez, si acaso, en alguna extrema circunstancia, puede no tener razón.

3 comentarios:

Óscar Ronda Prieto dijo...

Quizás estén metiendo las jaulas de los osos, pingüinos, ardillas, pandas o delfines...

Anónimo dijo...

¿Y no hay otro antes,por favor?

Jaime dijo...

Hace no mucho presencié una escena parecida en la estación de Amara de Donosti. Una abuelita le pregunta al factor de la taquilla a que hora sale el ultimo tren para Errenteria. Al decirle la hora, la mujer se pone la mano en el mentón, con un halo de resignación, y pregunta "Oiga, ¿Y después no hay otro)". El de la taquilla, muy tranquilo de dice entonces "Sí, a las seis de la mañana del día siguiente"...