2011/07/12

PELMA EN EL ESPEJO

¿Cómo cortar a un pelma si por tu función estás obligado a soportarlo? Se admiten ideas, que nunca uno las tiene todas y a veces bien que se echan en falta.

Si das palique, malo, porque el pelma siempre gana. Si adoptas una actitud fría, te alejas del inexistente manual de estilo.

Que todo funciona muy mal…Bueno, será. Que las puertas de los trenes se cierran y atrapan al paisano muchas veces... Será también. Que las máquinas de billetes se atascan y no dan una… A lo mejor. Que la mayor de los empleados son unos bordes… Quizá sean/seamos así. Que hay muchos errores en monitores y artilugios informativos… Cabe que sí. Que a lo mejor va a la prensa… Mejor. Hubiéramos empezado por ahí.

¿Qué hacer ante una verborrea incontenible?

Encima, el viejo profesor, según dice (y debe ser cierto) lanza alguna floritura etimológica o salteadas reflexiones psicologistas, en las que en otras circunstancias terciarías. El colmo es cuando, preguntado por su nombre y apellidos, cuenta que su árbol genealógico se remonta a quinientos años.

Ahí te rindes irremisiblemente. Tú debes ser en algunas ocasiones así de pelma.

En el pecado llevas la penitencia. Te encontraste con la horma de tu zapato.

2 comentarios:

Alipio dijo...

Estadística, Luís Simón, estadística.
O, mejor dicho, mentiras estadísticas.

De las máquinas expendedoras de billetes -¿Indra?- se espera un error cada 85000 billetes. (es un suponer, que quede claro).
Pues al pelma se le informa que las posibilidades de que le toque son las mismas del gordo de Navidad. A alguien le tiene que tocar.

Saludos.

Anónimo dijo...

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