2013/02/02

TRISTEZA


Es demasiado pronto para saber en qué terminará el asunto de los sobres de Bárcenas, antiguo tesorero del Partido Popular, esos pagos periódicos que durante varios años abonó a la mayor parte de los dirigentes del partido.

A lo mejor estamos ante un falsificación sofisticada, en cuyo caso, mal asunto para El País y otros periódicos que difundieron la noticia, con preocupante repercusión en los medios extranjeros. O miente la prensa o miente el partido del Gobierno. Feo panorama en el mejor de los casos.

Estas líneas son la impresión de este día, a lo mejor mañana piensas y sientes de otra forma, dentro de una semana de otra diferente, pero hoy es hoy, y si tienes que expresar tus sensaciones actuales, no sabrías si decir que estás abrumado, decepcionado, indignado, perplejo o sencillamente triste.

Urdangarín, la Casa Real, el caso Marea, los dineros del Niemeyer, y ahora los sobres del Partido Popular. Este es el peor de los casos por cuanto implica la financiación irregular y sistemática de un partido de gobierno. No gana uno para decepciones, por más que se sospeche que los hubo desde el origen de los tiempos y nos acompañarán hasta el juicio final. Siempre hubo delitos, pero no por eso uno deja de estremecerse cuando se van conociendo los datos.

Hay quien opina que esto de los sobres es lo normal, que qué otra cosa puede esperarse si cuando alguien se dedica a la política pierde dinero con relación a sus ingresos habituales. Que de alguna forma le tendrán que compensar.

Piensas que por la propio ideario de los partidos, esa financiación irregular es estadísticamente más probable en un partido conservador que defienda los intereses empresariales, que en un partido más obrerista, que imaginas de recursos necesariamente más limitados, porque si las mismas empresas u otras similares que financiaron al Partido Popular, entregan sobres al Partido Socialista, ¿para qué? ¿para defender qué postulados? ¿para que el programa electoral o las políticas de gobierno no giren demasiado a la izquierda? ¿recibir el voto de la izquierda y el dinero de la derecha?

Hoy te asaltan pensamientos extraños. Y tristes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tuvimos el caso Bono. Corrieron ríos de tinta. Con cada caso que se descubre, la prensa, obedeciendo a sus dueños, hace correr ríos de tinta. ¿Son más graves los delitos de éste, que los de aquel otro? O como en el fútbol ¿hay que poner mucha pasión en juego? ¿hay que llegar al fanatismo ciego? Todos: los de la derecha, los de la izquierda y los de la monarquía, nos están jodiendo al pueblo. Siempre surgirá algún Dioni oportunista. Su oportunismo no será de casta, como tampoco lo es el de esos directivos de banca y de tantos otros que han aprovechado la oportunidad. Pero debe ser igualmente punible. Y pide que esos bienes regresen a sus legítimos, que el fanatismo no te ciegue.