2013/04/29

EL RUMOR Y LA CONSTERNACIÓN

No sueles acudir a la tradicional preba de la sidra, pañuelo verde al cuello, que todos los años por estas fechas se celebra en la calle Gascona un domingo por la mañana. Normalmente no estás en Oviedo a esas horas, si no, otro gallo cantaría. Sin embargo, este domingo al salir a comprar el periódico viste el ambiente, te abrigaste un poco y volviste a la calle, simplemente para dar un voltio arriba y abajo pese a la lluvia persistente y al clima desagradable.

Nada más traspasar el portal, ves coches en dirección prohibida, calles cortadas, ambulancias y bomberos en Alcalde García Conde. Sin embargo no se te ocurre preguntar a nadie qué pudo pasar.

Según lo previsto, pasas a duras penas entre los paraguas, los vasos, las botellas, los pinchos, los tendejones y el barullo hasta la parte superior de la calle Gascona y das la vuelta. El paseo era necesariamente corto. Iniciando el retorno te encuentras con ese policía jubilado con el que coincides en todas las sidrerías, tú siempre haciendo tiempo y él a la distribución del queso de Cabrales. Que si te enteraste de lo que pasó.

-         Que cayó una cornisa y mató a una chavalina de treinta años que iba con la madre. La madre tiene unos rasguños pero la chavala murió en el acto.

Por sus contactos la información te parece fiable. Inmediatamente marcas el teléfono de tu hija. Lo coge.

Con la consternación en el alma, porque por esa acera pasas muchas veces,  vas cuesto abajo hacia casa, pero antes te paras con tu vecino a la puerta de su sidrería y te acercas al corrillo.

-         Una cornisa mató a una cría de dieciocho años.

Llevaste la noticia a Lugo de Llanera y dijiste lo que te pareció. A media tarde, se supo que la desgraciada tenía cuarenta y nueve años.

¿Quién inventó lo de treinta? ¿Quién lo de dieciocho?

Tú tampoco te libras de la madeja. 


(Este es un inmerecido apunte colateral. Descanse en paz).

1 comentario:

La_Nenina dijo...

Y a los que yo se lo dije también... Rumore rumore...