2013/04/10

EN RECUERDO DE JOSÉ LUIS SAMPEDRO

Murió José Luis Sampedro. Pese a su fama de novelista nunca leíste nada suyo, pero no lo descartas. Como homenaje sacas de la estantería un libro marcado con una cifra,  50, en la tercera página, señal de que pagaste ese precio en la tradicional librería de segunda mano próxima al Campillín que frecuentaste en otro tiempo. El autor del libro es Ángel María de Lera y se titula Diálogos sobre la violencia. Está impreso en 1974 y contiene entrevistas a una serie de personalidades, entre las que está José Luis Sampedro.

Los párrafos que destacas a continuación las habías subrayado con aquel lápiz bicolor rojo y azul tan de moda en otros tiempos. Todas las frases las habías olvidado y, lo que es peor, la mayor parte de las ideas. En el pecado llevas la penitencia.  

El sistema económico como fuente de rebeldía y de violencia

-         Es cierto que este tipo de sistema económico no puede menos que provocar rebeldías. Estas manifestaciones de rebeldía aparecen en sectores marginados, pero todos estos grupos son minoritarios. La pregunta es cómo en un sistema opresor para todos, no se suscitan rebeldías en todos. Pero se entiende que sea así si tenemos en cuenta que el sistema comprende, como componentes de él, mecanismos encaminados a ocultar la realidad de las cosas, es decir, a impedir que se tenga conciencia de esa realidad. El hombre a quien se compra con el coche utilitario o con la pequeña comodidad adicional se le oculta que, a cambio de eso, está enajenando la altura de miras de su vida, la dignidad de su vida y su plena realización como hombre. Como la educación que se nos da nos incita a desear esos bienes materiales que tenemos que comprar con nuestra vida, como se nos hace ver que el éxito y el triunfo consisten en la posesión masiva de esos bienes, creemos, naturalmente, que al adquirirlos estamos realizándonos cuando, en verdad, lo que hacemos es alienarnos y entregarnos al sistema, caer en su trampa. Volviendo a la pregunta, el sistema provoca situaciones de violencia pero sólo a nivel de minorías resistentes y tales rebeldías suelen ser aplastadas por los mecanismos de represión que el propio sistema pone en juego cuando le fallan los mecanismos de alienación.

La publicidad, en especial aplicada a la actividad política

-         Independientemente de que anuncie el producto bueno o el producto malo, la publicidad tiene siempre un efecto radicalmente inmoral, que es el de indoctrinación de las mentes, el de educarnos para aceptar sumisamente, sin la menor señal de rechazo, lo que se nos dice que aceptemos. En suma, a transformar al hombre, que debería ser un ser libre en un borrego amaestrado, y esto no sólo con fines económicos, sino con proyección política. El hombre que se acostumbra a seguir los slogans de venta de un producto, es el hombre que comprara un Presidente. Hoy día se vende un Presidente como se vende una ideología política. La masa deja de ser una suma de seres conscientes para convertirse en un grupo de esclavos mentalmente indoctrinados y este es el más grave pecado que arrastra la publicidad.

La violencia juvenil

-         No apruebo esa violencia ni me siento solidario de ella pero la comprendo y disiento de los que pretenden atribuirla a otras motivaciones menos nobles. Los que de tal manera opinan cometen un grave error, deliberado e interesado. Admito que el hedonismo influye en la toma de posición de algunos, pero la mayoría rechazan el sistema por razones generosas e idealistas. No apruebo ni comparto su violencia, pero estoy totalmente de acuerdo con ellos en el juicio desfavorable que la sociedad les merece.

-         Sin ignorar que la violencia es uno de los motores de la Historia y que ha creado cosas, opino que hay que preguntarse también, y en primer lugar, cuál ha sido el coste de esas creaciones, es decir, qué destruye previamente la violencia para crear, y la respuesta es que cuando ha creado algo, el precio exigido ha sido excesivamente elevado, puesto que lo primero que destruye es el nivel y calidad de la persona que la ejerce. En suma, que la primera víctima de la violencia es el verdugo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando hemos tenido la suerte de compartir algo agradable con alguien, siempre nos queda, al menos, un grato recuerdo. Si ya sabemos que no podremos compartir más con esa persona, es lógico que nos invada una infinita tristeza. Hay personas que dan mucho y se dan a sí mismas. Lo material… bueno, se agradece, pero cuando te dan su tiempo, ss emociones y su sabiduría, eso tiene un valor incalculable. Es de bien nacido ser agradecido.

A lo largo del camino se nos van quedando personas y vamos perdiendo su contacto y nos vamos quedando sin ellas mucho antes de que fallezcan. Quisiera no perder el contacto con esas perdonas que, en un momento u otro, me han ayudado a ser quien soy, a esas que forman parte de mis buenos recuerdos. No quisiera hacer un obituario, tener un recuerdo de sus buenos momentos cuando ya no me escuche, quisiera decirle, cuando aún es consciente, que me siento orgulloso de haberla conocido.

Anónimo dijo...

Tenia pensado comprar un Mercedes CLK y gracias a Sampedro ya no quiero caer en la trampa siniestra del SISTEMA........ya no lo faigo,me quedaré con el Smart a riesgo de sufrir una ACV por tener les pates encogies como una xaronca.