2013/07/21

EL POZO Y LA PARRA

"Pero lo más importante del jardín del sol era el pozo. Tenía un brocal de piedra verde y un arco de hierro forjado para la polea. La polea era de madera y chillaba como una golondrina."

"A la derecha había un escalera estrecha de piedra que tenía una barandilla de hierro y una parra de moscatel."

Son dos párrafos de la vida de Alfanhuí, la novelita de Sánchez Ferlosio, que te trajeron a la mente la idea borrosa de la abuela Daría, de la que nada pudiste disfrutar porque murió a los cincuenta y nueve años cuando tú tenías cinco, ella vivió en León y tú en Asturias. Esa idea tan liviana se limita a una imagen muy difuminada de su casa, que tampoco sabrías situar en un plano, en la que había un pozo seguramente cubierto con una tapa redonda de madera. Te tendrían muy advertido de no acercarte a ella.

Crees recordar también una parra de hojas verdes y un pequeño huerto. Quizá en la parte trasera de la casa hubiera otro. Bien pocos datos, a lo mejor poco fiables, pero son el recuerdo del recuerdo. En estos momentos te acuerdas también de tu padre, que tenía veinticinco años cuando perdió a su madre. Por referencias sabes que algún día se escapaba a verla después de su jornada de noche cuando el hígado de ella estaba ya tan debilitado y carcomido. Sin embargo, tu padre nunca contaba esas tristezas y ahora ya es tarde para preguntar ningún detalle ni de la parra ni del pozo ni de ninguna cosa.

No hay comentarios: