2014/03/26

ENCERRADO EN LA CATEDRAL DE ÁVILA


No es una errata, no quisiste escribir enterrado ni referirte a Adolfo Suárez. Simplemente al ver esta tarde las imágenes del funeral del ex presidente te acordaste de una anécdota que te ocurrió en la catedral de Ávila.

Tendrías quince años y tu madre de mandó unos días un verano a Ávila, donde tenías y tienes unos parientes maternos, a cambiar de aires por algún problema respiratorio que tienes literalmente olvidado. El año anterior o el siguiente fuiste a cambiar los aires a Calzada del Coto, para empatar con la rama paterna, que esos imposibles equilibrios conviene tenerlos en cuenta.

Compraste una guía de Everest y te dedicaste a patear la villa amurallada de cabo a rabo. Seguramente será la ciudad que mejor conoces después de Oviedo, por encima de León incluso: las murallas, Santo Tomás, los Cuatro Postes, la equilibrada iglesia de San Vicente…

A veces ibas solo, otras te acompañaba tu primo Jesusín, ¡de seis años!, maquinista hoy en Cataluña. Una mañana estabas en la catedral, era la hora de cerrar y tu primo ya había salido. La puerta estaba girando sobre su eje y Jesusín comenzó a gritar:

- ¡Que está mi primo dentro, que está mi primo dentro encerrado!

Una simpática anécdota que recordáis al juntaros.

1 comentario:

La_Nenina dijo...

Cuántas cosas que no sé de ti. Ni el problema respiratorio, ni tu conocimiento de Ávila, ni tu anécdota del encierro.