2015/05/04

LIBROS INDIVIDUADOS

Lees en El hombre sentimental de Javier Marías “¿Por qué no se deshizo Berta de ellos, sino que los llevó consigo cuando se mudó para iniciar una nueva vida a la torre donde encontró la muerte? ¿Por qué no se apropió de ellos y los mezcló con los suyos y los de Noguer, su marido, como hacen los matrimonios con los despojos de sus solterías?”

(Como breve aclaración al entrecomillado anterior explicas que Berta muere a consecuencia de una caída desde la escalera al mover o cargar los libros procedentes de una anterior relación que no tienes del todo clara a esta altura de la novela).

Te da pie a pensar en los criterios de colocación de los libros: lo habitual sería distribuirlos por materias, pero no es extraño la colocación por formatos, tamaños o editoriales cuando la editorial implica un formato estándar al menos en alguna amplia colección.


En algunos casos, como Berta, tú conservas algunos libros de género y formato dispares, en función de la procedencia, del origen, una especie de herencia que quieres mantener bien diferenciada del resto.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si es que los libros tienen personalidad propia. O es el que los valora el que les otorga esa atribuciones. Hay quien por su mascota lo da todo y es capaz de abandonar a su padre en una gasolinera. Hay quien disfruta buscando alimentos en los mercados con verdadero regusto y hay quien se traga una pizza sin más. Hay quien disfruta de la charla con las personas y no quiere libros. Sócrates no mataba las horas escribiendo, sino charlando y a Platón no le quedaría mucho tiempo para charlar. Algunos devoran libros, otros devoran parejas. Hay quien no hace vida de pareja y lee. Hay quien disfruta con las 50 sombras y a otros les aburre, pero viven una sexualidad, sensualidad, afectividad de forma muy lúdica y satisfactoria. Unos somos más actores y otros más espectadores. Los libros... para cuando no hay nada mejor, como las anchoas en conserva, que hasta el aceite disfrutamos mojando sopas.