2015/06/22

NO DIGAS QUE FUE UN SUEÑO, de Terenci Moix

La novela pasa por narrar los amores desaforados y desmesurados de Cleopatra, como personaje casi mitológico, pero también cuenta la experiencia del amor desde la perspectiva del romano Antonio.
 Al hilo de sus aventuras y desventuras se van desgranando las distintas facetas del amor: el amor perdido que se fue y regresa; el amor que perdonó, pero condena; el amor siempre nuevo y viejo al mismo tiempo “que nunca se presenta bajo el mismo rostro y sus enseñanzas son inagotables”; el amor que no se conoce hasta sufrir el abandono; el amor que se conoce más por el dolor que por los goces; el amor, que no ayuda a la entereza; el amor que vuelve y parece distinto (“pasó para siempre aquel Antonio de mi primer amor y llega otro Antonio  a quien no conozco. ¿Cómo sabré que soy capaz de amarle?”); el amor que lucha con y contra el poder y se inmiscuye en él y el poder, que a su vez se inmiscuye en el amor; el amor carnal como antesala, pretexto y fin del amor filial; el amor como consuelo después de la derrota bélica o la derrota de la vida (“no me compadezcas por mis desgracias de los últimos tiempos. Por el contrario, felicítame pues he sido hombre ilustre y he disfrutado de muchas cosas bellas a lo largo de mi vida”).
 Casi al final de sus días, Antonio se dice a sí mismo:
 - Oriente, todo habrá sido un sueño que Antonio tuvo en vano.
 Y Cleopatra:
 -          Si alguien quiere saber qué es el amor, no diga nunca que fue un sueño.
 El poliédrico amor.

1 comentario:

La_Nenina dijo...

Lo que importa es que sea correspondido.