2016/03/14

UNA PIEDRA EN EL CAMINO

Una piedra en el camino
me enseñó que mi destino
era rodar y rodar...entre dudas.

En una ruta que haces de vez en cuando, te encuentras los días siguientes a los lluviosos con un regato que si descansa la nube se convierte en barrizal antes de volver al estado seco. En las ocasiones más adversas das un pequeño salto para franquearlo pero no es la primera vez que te desequilibras como consecuencia de tu ímprobo esfuerzo y de tu innata habilidad para el ejercicio físico.

El último día no tuviste falta de saltar porque alguien colocó una piedra en el centro del cauce, lo que te llenó de preguntas sobre la ética del capitalismo.

Desde luego, quien  colocó la piedra no obtuvo ningún beneficio económico. Tampoco habrá incurrido en gasto alguno. Le habrá costado únicamente el esfuerzo de coger la piedra de algún pedregal inmediato y colocarla entre el agua o el barro. ¿Es su ruta habitual?  ¿Lo hizo en primer lugar pensando en sí mismo para evitar una incomodidad y si, de paso, alguien más se beneficia, bendito sea?  ¿Lo hizo pensando en sus acompañantes, su familia quizá? ¿Lo hizo sobre todo pensando en los demás? ¿Lo haría si esa hubiera sido su única caminata y no tuviera intención de volver? ¿Cambia algo el esquema ético si la piedra es de peaje?




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como abogado vas bien servido con las preguntas que te surgen. La asociación de ideas en esa tormenta es muy personal, tan personal como tu experiencia. Hay cosas que se hacen por mera filantropía.
'Converso con el hombre que siempre va conmigo
quien habla solo espera hablar a Dios un día;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Anónimo dijo...

El capitalismo ¿tiene ética? El capitalismo persigue la prosecución de riqueza y el bienestar.
El capitalismo, en sus orígenes se apoyó tanto en el espíritu de empresa como en el del burgués. Con estos dos pilares se sostenía la noción ética del capitalismo. Valores como el afán de lucro, la prudencia, la ponderación racional, el orden, el ahorro, la austeridad, la eutrapelia, junto con una moral de los negocios, constituían el sustento funcional.
-Adam Smith añadiría el concepto del interés individual como motor del progreso. La llamada mano invisible, según la cual cada uno - buscando su propio bienestar – genera el beneficio del conjunto. Sabía que debía completar esta idea con la necesidad de contar con controles para así evitar los desajustes del sistema: esta mano invisible, si bien propugna una autorregulación del mercado no excluye la función estatal, sino que por el contrario éste deberá concentrarse en proteger a cada miembro de la injusticia y la opresión por medido de una adecuada legislación y una fiable e imparcial administración de justicia.
-Jeremías Bentham y John Stuart Mill aportan una nueva mirada al capitalismo conocida como utilitarismo. El principio utilitarista busca lograr una conexión entre racionalidad, hedonismo y universalidad. Sin embargo, se apoya en la defensa de los intereses de la mayoría como criterio moral, lo cual puede resultar desigual e injusto para las minorías.
-John Rawls aporta la noción de la ética de la justicia económica. La preocupación intelectual del autor es responder cómo se distribuyen los derechos y deberes en las instituciones sociales y de qué manera pueden conseguirse el máximo de ventajas para la cooperación social. Allí donde no se den las condiciones de equidad, no habrá justicia. De allí que la justicia sea enunciada de esta manera: “Todos los valores sociales deben distribuirse igualitariamente a menos que una distribución desigual de alguno o de todos de estos valores sea ventajosa para todos”. De tal manera que se permite comprender las desigualdades del sistema en función de que estas beneficien a los menos aventajados, respetando las libertades básicas y la igualdad de oportunidades.
-Peter Koslowski plantea la idea de la coordinación del mercado. el capitalismo necesita de una ética, entre otras cosas, para regular el gran espacio de libertad que existe en el mercado. Ante esta libertad, los valores morales cumplen una función centralmente instrumental: reducen los costos de transacción, compensan los fallos de mercado, favorecen la integración social y contribuyen a hacer a la economía más eficiente. la ética capitalista, para esta postura, es una conjunción entre eficiencia en la coordinación, libertad y justicia distributiva.
Con esta ética del capitalismo sobran los desarrollos socialistas de Hugo Chávez Frías. Pero ¿para qué nos hace falta un socialismo que nos redima, sabiendo que es tan corrupto como el peor capitalismo? Y si nos ceñimos a España, tanto monta-monta tanto, no creo que ninguno pueda dar lecciones de ética al otro.