2016/06/26

EL BREXIT

Sin duda, el Brexit es una cuestión complejísima y, por lo tanto, imposible de despachar en cuatro o en veinte líneas. Con su dificultad y todo los votantes del Reino Unido ejercieron su derecho unos leyendo a fondo los pros y los contras y otros por impresiones o intereses, tal como estás haciendo tú en estas líneas.

La unión temporal del Reino Unido con la Unión Europea te recuerda a los matrimonios en separación de bienes, en los que la cuestión económica estará más clarita pero a costa de una menor solidaridad. El Reino Unido puso desde siempre tantas condiciones para entrar y para permanecer que acabó haciendo tediosa la convivencia y en una situación así es mejor romper el pacto matrimonial. Tienes la esperanza de que la convivencia posterior sea más pacífica que la que suele darse en los divorcios de humanos.

Como curiosidad lees una estadística sobre las separaciones y divorcios por Comunidades Autónomas y encuentras que Cataluña, donde el régimen matrimonial por defecto es el de separación de bienes, mantiene las tasas más altas. No tienes más remedio que asociar la estadística con el corto matrimonio que nos ligó con el Reino Unido. El interés une y el interés desune.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí, más que los divorcios hoy, me asombran cada día más las parejas que permanecen juntas la lo largo de las dificultades que se presentan en la vida. Independientemente de por las razones morales, creo que los hijos se merecen una estabilidad emocional, deben fijar unas referencias y unos valores en nuestra sociedad actual, porque no son hijos en el seno de una tribu, aunque ahora haya muchas tribus urbanas. Los hijos deben distinguir entre quienes son sus padres, sus tíos, sus profesores, sus vecinos, sus posibles agresores... Porque a veces se da el caso de que los niños no saben quienes son sus padres, tienen uno de lunes a viernes con unas atribuciones y otro en fines de semana alternos, con otras confianzas. Madre no habrá más que una, pero muchas veces no está y si está no ejerce. Hay madres y madrastras. Y la educación no sólo se ha de recibir en la escuela, sino principalmente, en el seno de la familia. Afortunadamente hoy para darle salida a los bajos instintos no hace falta casarse, ni irse de putas. Pero si decides hacer un hijo, crear una familia, no quieras cazar un hombre para ganarte una estabilidad económica. No uses el hijo para quitarle al imbécil que te preñó, su casa y el 50% de su sueldo, más una pensión vitalicia para tu hijo, que chupando así del tetu, nunca se querrá ir de casa. Mientras, la madre, más segura en su guarida, fornica con todos los machos que la invitan, hasta que caza de nuevo a otro, con el que convivir sin casarse. Y no me llames machista, que ésta es la desgraciada realidad de los divorcios. Siempre hay un perdedor gracias a la justicia ciega de los tribunales. Lástima! Al final creo que Dios los cría y ellos... Por eso admiro tanto a las mujeres solteras independientes, a esa mujeres inteligentes que saben mantener relaciones afectivas sanas -y no tóxicas- sin aprovecharse de nadie, a esas mujeres feministas que tratan al hombre de igual a igual, cada uno con sus diferencias. Seguro que esas mujeres, si deciden vivir en pareja, eligen bien y mantienen relaciones mucho más profundas y mucho más estables. Irremisiblemente la pareja es cosa de dos.