2016/07/04

MUDA Y PARALÍTICA

En los modernos registros parroquiales echas en falta la claridad de antaño y no te refieres a la caligrafía, tan bien trabajada en otros tiempos, sino a llamar al pan pan y al vino vino, olvidando los paños calientes y el lenguaje políticamente correcto.

En un registro lenense de los años treinta encuentras, por ejemplo, que a los ocho años murió una niña muda y paralítica.  El dato queda ahí para la posteridad. Posiblemente podía haberse difuminado indicando que padecía disfunciones vocales y motrices o sencillamente omitirlo porque ser muda y paralítica ningún mérito añade en el camino hacia el cielo, o quizá sí por la ausencia de maldad que se supone a criaturas así.

También encuentras menciones explícitas como estas : "le administré la extrema unción subconditione por haber sido encontrada difunta en su domicilio sin que antes hubiera tenido enfermedad alguna" o "no recibió los demás sacramentos por haber perdido el sentido en un ataque que le sobrevino" o "no confesó ni comulgó por haberle sobrevenido un ataque, en el que quedó", fidelidad que un historiador y hasta un simple aficionado agradece porque retrata cómo de rigurosa era la práctica religiosa en otros tiempos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La práctica religiosa podría ser rigurosa en otro tiempo y no sólo por los registros parroquiales, sino por el control que ejercían sobre los ciudadanos. El párroco era, en aquellos tiempos, la persona más estudiada del pueblo, porque no todos los pueblos disponían de médico, ni de farmacia y el maestro no estaba tan formado como el cura. El cura era el confidente, aparte de confesor, era el mediador en muchos conflictos, casi como juez de paz, para mantener a hostia viva, junto con la guardia civil, el orden en el pueblo.
Las normas se están relajando mucho. Se relaja la buena caligrafía, se relajan los saludos protocolarios al entrar en una estancia ocupada, se relajan las formas en el vestir y se llevan los pantalones rotos, rajados, se relajan las formas de comunicación. Si bien el estado policial no es nada atractivo para los ciudadanos, tampoco lo es el estado de corrupción actual, que estoy por creer que en aquellos años no era semejante a las dimensiones que hoy a logrado alcanzar. Y han cooperado todos, los corruptos que sustraen los bienes ajenos y los honrados, que sin llevárselos directamente, contribuyen con su LAISSER FAIRE, LAISSER PASSER de ver, oir y callar, a esta situación de ... actual. Ante este panorama me atrevería a decir que con Franco vivíamos mejor, a pesar de todos los pesares. No hay Gobierno.

















Anónimo dijo...

La historia siempre está escrita por los vencedores. Cuando se llega al poder se destruye toda la memoria anterior para que no se conozca esa parte. Otra parte se creará a medida del personaje. Me extraña que todavía queden archivos con historia sobre los romanos, los árabes, los borbones, sobre la guerra civil española. De lo que aún no ha sido destruído hay diferencias entre lo que nos cuenta un historiador de una tendencia y otro historiador de otra y nadie sabe la verdad objetiva, porque cada uno cuenta la historia desde su subjetividad, aunque las fechas coincidan. ¿Acaso no es de dominio público que se han destruido documentos de la vida de la reina Leticia? La leyenda la puede convertir en lo más adecuado a cada historiador.

Anónimo dijo...

En los modernos registros parroquiales no creo que sean necesarias anotaciones como si el fallecido ha recibido la extrema unción, o los santos sacramentos ¿Importa la ideología política del muerto? ¿Importa la causa de su fallecimiento? ¿Importa si era homosexual? ¿Importa si el finado huele mal? ¿Importa siquiera si era cristiano? ¿Importa si ha dejado al cónyuge en la puta miseria? ¿Importa si tenía contratada una póliza de seguro de vida? ¿Importa si tiene hijos a medio criar?