2016/07/22

PENSANDO EN EL CAPATAZ DE MANIOBRAS


Leyendo este caso te acuerdas del capataz de maniobras. El capataz de maniobras dirigía las maniobras de las estaciones, consistentes normalmente en enganchar y desenganchar coches o vagones para formar o deshacer trenes de viajeros o de mercancías. El enganche y el desenganche eran operaciones manuales a cargo de los enganchadores; quienes accionaban las agujas para los cambios de vía eran los mozos de agujas.

Unos y otros, dentro de la rama llamada de Movimiento, eran de las categorías profesionales inferiores, y pasar de enganchador o de mozo de agujas a capataz era poca cosa desde el punto de vista económico y de las apariencias (el uniforme era similar) aunque se mejoraba en que el trabajo era menos peligroso.

Pese a lo escaso de la ganancia, en otros tiempos cuando los concursos de traslados y de ascensos eran limpios había enganchadores o mozos de agujas que se presentaban a capataces y normalmente para consolidar la categoría tenían que coger la maleta y marchar lejos de su familia o llevándose a ésta según las circunstancias. Conociste a capataces así. Es cierto que eran otros tiempos, cuando las mujeres que trabajaban eran escasas y hoy un traslado de un miembro de la familia es un inconveniente importante que disuade al posible beneficiario de optar a una mejora profesional.

Sin ir más allá, siendo tú un jovencito factor (vendedor de billetes o funciones similares) en Asturias, te presentaste a unas plazas de factor de circulación (los de la gorra roja) y obtuviste plaza en Madrid, con tan buena suerte que al poco tiempo, sin llegar a tomar posesión de la plaza madrileña, hubo un concurso de traslados y lograste plaza en Veriña de esa pequeña categoría superior. Seguramente hoy no lo hubieras hecho, entre otros motivos porque entonces la promoción era rectilínea y clara y desde hace bastantes años se ennegreció con concursos ad hoc.

Algún tiempo después, ya en épocas y categorías de libre designación, rechazaste una Jefatura de Relaciones Laborales sin ningún dolor de corazón. La plaza volvía a ser en Madrid. Hoy descartarías la oferta incluso a la puerta de casa porque es imposible luchar contra los elementos y
el statu quo.

Por eso este homenaje a los capataces de maniobras y a los que cogieron la maleta. Habrá muchos más, pero te sientes más identificado con ellos por haber pertenecido al mismo grupo profesional. 









5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sacas muchas cosas a colación sobre la triste justicia en tu empresa. La temida movilidad. Y eso que Madrid siempre ha ofrecido más y mejores oportunidades de ascenso. Muchos trabajadores aceptan el traslado como la única posibilidad de salir de una situación difícil y no tanto por el ascenso. Muchos clientes se quejan de los malos servicios de la empresa ferroviaria. La ministra de Fomento no tiene la culpa. La culpa es más bien de esa desidia que producen los nombramientos a dedo de personas no capacitadas para la responsabilidad para la que han sido designados. Y no pasa nada. La empresa de autobuses se preocupa por captar clientes. Bla bla car es otra alternativa contra la que lucha el gigante de los autobuses. Si los empleados cobrasen en función de los viajeros y mercancías transportadas, la actitud de los empleados sería completamente distinta. Pero ya no sería una empresa Estatal, Subvencionada por mucha Obligación de Servicio Público que cumpla, sería una empresa dirigida por especialistas, no por políticos. Muchos se opondrán porque asi viven de puta madre, no quieren que nada cambie y si cambia, que sea cuando ellos se jubilen. Cuando Renfe entren a competir con las Operadoras Privadas del Ferrocarril se acabarán las tonterías, porque el tonto del culo que se lo lleva muerto a casa está restándole beneficios a los dueños y al resto de los compañeros. Mientras al tonto le pague el Estado, viva la virgen, pero sin la cooperación de los profesionales que están debajo. Y así nos va a todos. Y de cuando en cuando los maquinistas lo animan el cotarro con una huelga solidaria con sus propios intereses (criterios totalmente capitalistas de producción en una empresa ¿socializada? ¿o pública?) En fin, las paradojas de los beneficios privados del gasto público.

Anónimo dijo...

Con los avances tecnológicos sobra mano de obra no cualificada en todas partes: en los bancos hasta hace pocos años, se escribían los asientos a mano, ahora se utiliza la banca en casa, con lo cual sobran empleados en la banca. Y en las obras públicas. Y en los altos hornos. Y en la empresa de ferrocarriles. Y para ciertos trabajos se amortizan los puestos y se hacen contrataciones externas. Las diferencias entre unos y otros crea malestar. Cocacola mejora la logística y cierra plantas. Mientras alcanzamos un estado socialista, donde los trabajadores de Cocacola tengan los mismos privilegios que los trabajadores de Ensidesa, no se podrá hablar de tranquilidad social. Pero Ensidesa desapareció y Hunosa ya no es la que era. Afortunadamente todavía quedan ciertas empresas y fundaciones del grupo Sepi donde no ha llegado un sistema de producción racional y capitalista. Esperemos que con la llegada al poder de Podemos se despidan a todos los enchufados de anteriores gobiernos del PP y Psoe y metan en estas empresas a todos los enchufados de Podemos. Algo así es lo que pasa donde ellos gobiernan con mayoría ¿no?

Anónimo dijo...

Lo de enganchar y desenganchar la máquina a los vagones, me han dicho, que se hace y sin que intervenga una persona necesariamente. El cambio de vías me dicen que también se hace sin que sea necesario que una persona gs el esfuerzo, se hace desde un ordenador. Se disminuye el riesgo de accidentes y en consecuencia son categorías a extinguir. Antes, para hacer un túnel era necesario un ejército de mineros con pico y pala y barrenos. Ahora entra una tuneladora de Florentino y cuando terminan de hacer el agujero, le abandonan y se inunda, pero el político de turno se llevó su comisión aunque no fuese del PP y Florentino también se llevó lo suyo.
Fomento negocia la reanudación de las obras de la Variante. Dragados, la constructora del grupo de Florentino Pérez, se hizo con el contrato de las obras de las vías en la vertiente asturiana de la Variante con una baja del 50% y, posteriormente, decidió abandonar el proyecto tras no lograr que Fomento le mejorase las condiciones. Julio Gómez-Pomar: "El Ministerio no maneja plazos ni soluciones para las numerosas deficiencias y errores que mantienen prácticamente paralizadas las obras, para cuya conclusión el Gobierno de España no tiene ni siquiera fechas estimativas"
En las obras del Ave, los directivos de Adif, daban instrucciones para certificar los trabajos por importes superiores a los reales.
Ser político y constructor son las mejores profesiones en España.

Anónimo dijo...

En el seno de muchas empresas públicas debe producirse una revolución para hacerlas competitivas, para hacerlas ágiles a los cambios de las demandas de los clientes y ofrecer satisfacerle sus necesidades con la máxima calidad. Para ello el sistema de promoción no debe ser la designación digital de los mejores bienmandados, besamanos y lameculos, sino de los mejores cualificados técnicamente para ese trabajo y saber mantenerlos motivados. Los mejores serán los líderes que marquen pautas en la visión, la misión y los valores. Con gente cualificada y motivada se puede innovar, porque todas las ideas son muy valiosas si se pueden comunicar bien, aunque muchas reten al statu quo. Nadie puede decir entonces que tiene un trabajo alimenticioSon empresas que saben cuidar los gastos y no derrochan ni favorecen contratos amañados (pero ese derroche es el sobresueldo de muchos directivos y de sus amistades). Una empresa estatal de ferrocarril que se dedicase a trasladar a los viajeros con un buen confort, sin máxima velocidad de 300km/h tendría ventajas sobre cualquier otro medio de locomoción y los empresarios de los otros medios lo denunciarán por competencia desleal. Por un lado los lobbies del ferrocarril quieren vender sus productos y por otro, los empresarios de la competencia restringen los servicios para que no de hunda su negocio. Difícil equilibrio. Tú, en tu despacho, puedes meditar sobre todo esto y lo otro y pensar en las oportunidades de ascenso, pero puedes reconocer que el estrés, las demandas de los clientes, las presiones de tus jefes, el trato con tus compañeros... no te quita el sueño, aunque tu sueldo no sea muy grande.

Anónimo dijo...

Pensando en el capataz de maniobra y en todos esos trabajadores de las escalas más bajas de las empresas públicas, con designación de cargos a dedo recuerdo ese viejo aforismo de si quieres saber quién es fulanín, dale un carguín. ¡Santiago y cierra, España! fue utilizado en cada ocasión que se enfrentaban tropas españolas cristianas contra musulmanas. El significado de la frase es, por una parte, invocar al apóstol Santiago, patrón de España y también llamado Santiago Matamoros, y por otro, la orden militar cierra, que en términos militares significa trabar combate, embestir o acometer; "cerrar" la distancia entre uno y el enemigo. El vocativo España, al final, hace referencia al destinatario de la frase: las tropas españolas.
La lucha contra el infiel nos trae ahora consecuencias impredecibles, incluso inimaginables. Tenemos vivo el recuerdo de los atentados terroristas ejecutados por inmigrantes musulmanes. Hace cuatro días un refugiado afgano en Munich al grito de “Extranjeros de mierda” y “Yo soy alemán”. mató indiscriminadamente a todos los que se le cruzaron. Un emigrante sirio de 27 años ha muerto este domingo al hacer estallar los explosivos que llevaba, que han dejado a 12 personas heridas, tres de ellas graves.
La crisis no es sólo económica, porque el despilfarro es la consecuencia de la falta de valores de los que ejercen cargos de poder sobre un grupo de gente. Y la gente, en un momento determinado, dice ¡basta!. Dios nos ampare de un accidente de tren que no lleve todos los sistemas de seguridad instalados y habilitados, para que se ponga en servicio una línea para mayor gloria y alabanza de los políticos de turno y de los directivos de las empresas ferroviarias. Y no se puede decir ya, como tan acostumbrado nos tiene la tradición religiosa judeo-cristiana, que han muerto los pecadores por pecadores, como castigo por sus pecados. Vemos las noticias y vemos cosas que claman al cielo y no baja un rayo divino y fulmina a nadie. No queremos nada que nos recuerde la época ominosa de Franco, ni los nombres de las calles, pero el Estado mantiene, como con Franco, a toda una jarca eclesiástica de cardenales, obispos, curas y exentos de pagar patrimonio al Estado por sus bienes, con todas las ventajas de la ley. Es, cuando menos, sorprendente.