2017/11/07

MEMORIZAR EL DERECHO

Lees una amplia entrevista al escritor y editor Antón García:

"Me matriculé en Derecho en 1977 en una Universidad hiperpolitizada. Allí quedé mirando cómo se pegaban la extrema derecha y la extrema izquierda. Me interesaba la política, pero no esa realidad...ni Derecho. Quería ser Spencer Tracy y me encontré que cada quince días tenía que memorizar cien folios de letra muy apretada y enfrentarme a exámenes orales. Me dediqué en cuerpo y alma a la poesía".

No tienes esa idea de tal hiperpolitizacion, pero, sobre todo, no conservas el recuerdo de tal exigencia de memorización ni que fuera preciso declamarlos en tantos exámenes orales. Concedes a Antón que, como poeta, pueda dar rienda suelta a la invención creativa.

El Derecho tiene una injustificada fama de memorizar, pero sospechas que de cualquier otra disciplina hay que recordar algo. Ni las matemáticas se libran de recordar algunas fórmulas.

Por ejemplo en un libro de Psicología lees que la médula espinal es una estructura larga y parecida a un tallo que, compuesta de cuerpos de células nerviosas y axones, opera como un camino que conduce la información sensorial al cerebro y que transmite los impulsos menores desde el cerebro a los músculos. Si no lo entiendes, mala cosa. Una vez entendido, es fácil memorizarlo, no necesariamente al pie de la letra.

Por ejemplo en una Gramática de asturiano lees que L'axetivu ye la categoría sintáctica qu'exerce autónomamente les funciones d'elementu subordináu nominal, d'atributu y d'atributu del suxetu y del complementu direutu. Si no lo entiendes, mala cosa, pero las funciones del axetivu hay que saberlas.

Por ejemplo si en un libro de historia lees que la ley electoral de 1837 otorgó el derecho al voto a más de un cuarto de millón de electores en el conjunto del país, cifra ampliada posteriormente hasta situarse en torno a los 600.000 durante la regencia de Espartero (1840-1843). Si no lo entiendes mala cosa, pero quizá esto lo necesites memorizar incluso sin entenderlo.

Por ejemplo si en un libro de teoría de la contabialidad lees que depreciación es la pérdida de valor que sufren determinados bienes del activo fijo o inmovilizado por efecto del uso, del simple trascurso del tiempo o por cambios en las estructuras económicas o sociales, si lo entiendes mejor, pero en cualquier caso hay que saber que hay tres causas (o cuatro) de la pérdida de valor de un bien.

Por ejemplo si en un libro de Derecho Internacional Público lees que los supuestos clásicos de la sucesión de estados son la fusión, el desmembramiento, la anexión y la escisión o independencia, es fácil que eso lo entienda cualquiera sin falta de memorizar. Vale con estar atento a la actualidad política.

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