2018/01/10

LAS ZAPATILLAS GASTADAS Y EL 112

Hoy (ayer ya) saliste hacia la pista finlandesa con intención de caminar un par de horas. No las tenías todas contigo porque la fiable página eltiempo.com/oviedo anunciaba lluvia para antes de la hora final de tu caminata pero las previsiones eran de poco más de cuatro gotas y saliste sin prendas especiales.

Tienes unas zapatillas nuevas pero prefieres aprovechar las viejas, que tienen la suela completamente lisa además de otros desperfectos evidentes, pero seguirás con ellas hasta el día en que te hagan daño: no tiene uno un criterio uniforme ya que a veces tira de largo y otras de corto.

En esas condiciones procuraste no caminar por la hierba ni por pendientes húmedas o mojadas, no fueras a romper tus huesos o tus músculos en el pasto o en un barrizal. También llevaste el móvil con batería suficiente y una bolsa de plástico por si la lluvia arreciaba para poder guardarlo dentro y evitar su deterioro. Podrías pensar que el móvil es de empresa y si se mojaba tendrías una buena disculpa para tramitar una renovación.  No obstante, optaste por la bolsa protectora.

Entre zancada y zancada pensaste en los héroes del Angliru que, lejos de avergonzarse de pedir un rescate gratuito al 112, colgaron vídeos vanagloriándose de su hazaña, basados únicamente en un pecado venial del jefe de sala del 112, que les dijo que ya eran mayorinos e hizo un chascarrillo sobre el 4x4. Sería lamentable que recibiera alguna reconvención por ello.

Perdimos el sentido de la proporción. Si el contrario (el 112) cayó en un desliz verbal, nos exime de todas nuestras imprudencias. Igualmente caemos en la miseria de criticar a los gestores de las emergencias cuando el gobierno competente (sea nacional, autonómico o local) es de signo contrario a nuestros gustos, pero hacemos la vista gorda si son afines a nosotros.

Pensabas en todo esto y procurabas no resbalar ni pisar la hierba, para no caer en la tentación de criticar al 112 si tardaban en rescatarte de tu esguince o tu pierna rota por tu exclusiva responsabilidad de haber salido con un calzado inadecuado a caminar.

http://www.lne.es/multimedia/videos/asturias/2018-01-08-135385-tensa-conversacion-entre-jovenes-atrapados-angliru.html





1 comentario:

Anónimo dijo...

Los siete jóvenes veinteañeros que quedaron atrapados dentro de un todoterreno de cinco plazas, al intentar subir en chándal y playeros, el puerto Angliru, en plena noche y bajo la nieve, denunciaron "El 112 se rió de nosotros". Y no es para menos. Estos rescates por imprudencia hay que cobrárselos a los que desafían los riesgos a pesar de las advertencias y no al Erario.
Otra cosa es que te de un infarto, en plena clase de matemáticas, en un colegio de Luarca y lo consideren, o no, un accidente laboral ¿El infarto fue a consecuencia del estrés que provoca dar clases? ¿O es laboral porque te pilla en el lugar de trabajo, como es considerado el accidente 'in itinere'?
En el caso de los imbéciles del Angliru no se daban estas circunstancias. Y no creo que la experiencia les sirva para aprender, sino despotricar a los equipos de rescate y al propio 112
Evidentemente tú no tienes 20 años y eres mucho más consciente de todas las consecuencias que pueden acarrear todos los riesgos y seguramente le has transmitido a tus hijos esa sensatez y responsabilidad para valorar los peligros y a cuidar todos los bienes, incluidos los de empresa, como el teléfono, que si bien no será el último modelo, te hace un buen servicio.